Los países de Mercosur ya roban protagonismo a las vacas españolas en sus mercados fetiche

El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europa (UE) y Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), anunciado como cerrado por las partes a falta de su ratificación, se ha erigido en los últimos tiempos como uno de los grandes temores de los productores europeos.

Los ganaderos de bovino han sido los principales impulsores de las quejas contra el trato, ya que entienden que facilitar la entrada de productos cárnicos en la UE provocará el hundimiento de precios en sus producciones, que además tendrán que competir en igualdad de condiciones pese a contar con mayores exigencias de costes y normativas.

La amenaza denunciada desde las explotaciones españolas todavía no se ha sentido en las explotaciones; sin embargo, Mercosur, que aún no goza de los beneficios comerciales en la UE, ya demuestra su capacidad para robar protagonismo a las vacas españolas más allá del territorio nacional.

Anabel Cases, responsable de vacuno de Asaja Huesca, apunta en conversación con El Debate a que países como Brasil habrían desplazado a España en Marruecos, uno de los destinos predilectos para las vacas nacionales: «Los precios del vacuno son altos en España y parece que los importadores marroquíes y argelinos han cambiado de proveedor. Les compensa asumir el sobrecoste y traer animales desde Sudamérica. La competencia de Mercosur ya nos está haciendo daño incluso antes de ratificar el trato que les dará vía libre en suelo europeo».

Los datos de Asaja Huesca indican que, en apenas tres semanas, Marruecos ha importado 16.000 terneros procedentes de Brasil. En todo 2024, España exportó al vecino del sur unos 224.000 terneros.

«La proyección es que Brasil o Uruguay pueden hundir nuestro negocio en Marruecos por completo», advierte Cases, que destaca desventajas insalvables entre las producciones europeas y las sudamericanas: «Nuestro sistema productivo totalmente distinto. Nosotros tenemos mucha normativa, en comparación con Mercosur esto es un infierno fiscal, laboral y sanitario. Mercosur no tiene ni punto de comparación con nuestra legislación y se produce cierta competencia desleal en ese aspecto».

La pujanza de los productores de Mercosur pone en jaque mercados de confianza para el bovino español como Marruecos, Argelia o Egipto. «Son destinos habituales para nuestro ganado y por la situación de precios optan cada vez más por Mercosur», indica Cases.

El corte de la demanda desde Marruecos y Argelia se ha hecho palpable desde mediados de febrero. A la vez, Mercosur, que goza de costes fijos infinitamente menores, gana terreno. «Si estos países ya están accediendo a mercados árabes de la franja mediterránea sin tener preferencia comercial... ojo con la penetración que pueden tener en Europa», destaca la responsable de vacuno de Asaja Huesca.

Casas señala que, después de meses de alzas en el precio del vacuno español, el sector afronta un período de incertidumbre. La experta se cuestiona la posibilidad de mantener los valores actuales si se produce un parón de la demanda exterior, por lo que invita al Gobierno a ampliar horizontes: «Los precios de la carne no bajarán en picado porque los animales que hay en las granjas no son excesivos, pero la preocupación en los ganaderos por lo que sucederá es muy grande. Instamos al Ministerio a que abra nuevos mercados como una vía de solución para las explotaciones de vacuno».

La posibilidad de Turquía y la variación de enviar ganado vivo y no solo canales a Argelia aparecen como dos soluciones muy a tener en cuenta para el vacuno español, que exige «abrir mercados y dar más certezas a los productores para que puedan gestionar con anticipación sus explotaciones», concluye Cases.