Pepino cultivado bajo plástico
Pepino, calabacín y tomate, los 'chivatos' de la crisis que amenaza a miles de explotaciones familiares
La venta de productos agrícolas por debajo de los costes de producción es una de las barreras infranqueables planteadas en la reforma de la Ley de la Cadena en 2021.
Esta obligación trata de velar por los agricultores, que han denunciado insistentemente en los últimos tiempos presiones de la industria que ponen en riesgo su rentabilidad.
El incremento de los insumos en el campo, desbocados desde 2022 como consecuencia de la guerra de Ucrania y el encadenamiento de sequías, ha tensionado la situación a pie de cultivo, donde la distorsión del mercado por la entrada masiva de frutas y hortalizas de otros países y los problemas de enfermedades pone contra las cuerdas a los productores.
La delegación de COAG en Almería, uno de los lugares de mayor interés agrícola del país, alerta de una dramática bajada de precios «sin argumento ni justificación» detectada en productos clave de la huerta que advierte de «un panorama devastador para miles de explotaciones familiares».
Los precios de productos clave en el panorama agroalimentario nacional, como el pepino, el calabacín o el tomate, en los que España es potencia continental, han caído a niveles alarmantes, muy por debajo de los costes de producción, haciendo muy difícil la actividad de las explotaciones. "El hundimiento de precios está siendo generalizado prácticamente en todos los productos. Tenemos que denunciar situaciones críticas como por ejemplo el pepino, ya por debajo de 20 céntimos por kilo en origen, y desde luego muy por debajo de sus costes de producción; una caída salvaje del precio del calabacín, también por debajo de los 40 céntimos por kilo en origen, y también por debajo de sus costes de producción”, explica Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería y responsable estatal de frutas y hortalizas de la organización.
Los productores almerienses señalan que el hundimiento de los precios no se corresponde con la cosecha, ya que cultivos como el calabacín sufre una grave crisis de plagas, enfermedades y virosis.
«Este desplome de precios se produce en un momento crítico de la campaña, cuando los volúmenes de productos en el mercado aún no son elevados ni significativos, por lo que, de acuerdo a las leyes del mercado, no se justifica este descenso en picado, incluso aun teniendo presente la existencia de ciertos niveles de producción en otras zonas del país», subrayan en COAG.
Góngora apunta a la «voracidad de los mercados y a las estrategias e intereses de una parte de esos mercados que buscan ganar dinero a costa de los agricultores». El agricultor almeriense incide en que esta rebaja de los precios en origen únicamente debilita al productor y no se traslada a los lineales: el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) de COAG refleja que el margen de los supermercados con el pepino y el tomate ha aumentado.
«A la situación de plagas, enfermedades, o virosis, que en el último caso se está dando por ejemplo en calabacín; ahora hay que sumar un revés más para nuestro campo como es la bajada de precios tan salvaje que estamos sufriendo. Es absolutamente insostenible. Necesitamos medidas inmediatas que protejan a las explotaciones familiares y garanticen la viabilidad del sector», condena el portavoz de COAG.
La organización lamenta que, pese a los avances logrados en los últimos años, las acciones actuales se quedan cortas, por lo que exigen la intervención directa de las administraciones públicas para que gestionen de manera más eficaz los mercados y protejan a los productores de los abusos que denuncian.