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19 de mayo de 2024

Ciertas conductas estarían influenciadas por la genética de los progenitores

Ciertas conductas estarían influenciadas por la genética de los progenitoresPixabay

Ciencia

Cómo la genética de los padres determina la conducta de los hijos

Un nuevo estudio demuestra que determinados genes del padre o de la madre se «activan» en función de ciertas necesidades

La genética de los padres influye mucho más en el comportamiento de los hijos de lo que se pensaba. No existe un gen del comportamiento, pero estos moldean a los individuos influyendo de manera indirecta en su conducta.
Una nueva investigación ha descubierto que cada progenitor tiene un impacto importante en las hormonas y otros mensajeros químicos que controlan el estado de ánimo y el comportamiento.
Un equipo de la Universidad de Utah descubrió que ciertos grupos de células del cerebro de los ratones dependen exclusivamente de la copia materna de un gen necesario para crear neurotransmisores, mientras que la copia paterna permanece desactivada. En otros órganos, sin embargo, los que se activan los genes paternos.
Tras identificar los alelos específicos, los investigadores comprobaron que ciertas decisiones de los hijos estaban controladas por el gen de su madre, mientras que los de los padres influían en las hijas.
En un artículo publicado en Cell Reports, Christopher Gregg, profesor de Neurobiología de la Universidad de Utah y autor principal del estudio, explica que «no todos tienen el mismo tipo de intereses, resultados y efectos selectivos». «Las hijas necesitan criar camadas y los hijos suelen dispersarse e irse a nuevos entornos», añade.
En investigación, los científicos se centraron en un gen denominado dopa descarboxilasa, encargado de generar dopamina, serotonina y noradrenalina, moléculas que influyen en el estado de ánimo, entre otras cosas. Las copias de este gen de ambos padres están activadas en el cerebro, pero descubrieron una ligera preferencia del cerebro por la copia materna.
A continuación, utilizaron ratones modificados genéticamente para comprobar si otros órganos mostraban preferencia por uno u otro gen y encontraron que las moléculas que determinaban su comportamiento estaban establecidas por esa herencia de los padres.

Mezcla de ambiente y genética

Danielle Dick, genetista y psicóloga del comportamiento, comenta que «después de cientos de años de debate naturaleza vs. educación, ahora sabemos que se trata de una falsa dicotomía». «No es una cuestión de una o la otra, sino de las dos: una mezcla de influencias en la que tanto la genética como el ambiente repercuten en casi cualquier comportamiento», señala.
Dick, que acaba de publicar El código del niño, explica que «la tendencia genética de tu hijo a la ansiedad –o a cualquier otro comportamiento– será el producto de las variantes que porte de los miles de genes que influyen en esa conducta. Ciertas variantes genéticas aumentan el riesgo, mientras que otras lo disminuyen, por lo que su tendencia natural con relación a cada dimensión de la conducta será la suma de todos los genes de riesgo o protección que porte y que influyan en ella».
Por eso, niños con distintas «tendencias genéticas» provocan diferentes reacciones en las personas de su alrededor, «lo que a su vez da forma a su desarrollo». «Ese es el motivo por el que dos hijos de los mismos padres y que se críen en la misma familia podrán tener experiencias muy distintas con sus progenitores, debido a su disposición genética singular», añade la experta.
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