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Ciencia

¿Qué le ocurre al cuerpo humano durante los largos viajes espaciales?

la futura llegada del ser humano a la Luna y posiblemente a Marte ha llevado a la NASA, a preparar a los astronautas para afrontar estos futuros viajes de larga duración. En este contexto, es crucial entender cómo afecta al cuerpo humano la estancia prolongada en el espacio.

Con este propósito, se ha lanzado CIPHER, un ambicioso conjunto de 14 estudios científicos patrocinados por la agencia espacial estadounidense y otras entidades internacionales. Este programa investiga la salud de hasta 30 astronautas antes, durante y después de sus misiones espaciales, clasificadas según su duración: corta (menos de tres meses y medio), estándar (entre tres y medio y ocho meses) y extendida (más de ocho meses).

Los astronautas voluntarios de CIPHER llevarán una camiseta especial como la que lleva aquí el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, David Saint-Jacques. Esta camiseta mide la frecuencia cardíaca y la respiración, y se usa periódicamente antes, durante y después de las misiones durante dos días

Los astronautas voluntarios de CIPHER llevarán una camiseta especial como la que lleva aquí el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, David Saint-Jacques. Esta camiseta mide la frecuencia cardíaca y la respiración, y se usa periódicamente antes, durante y después de las misiones durante dos díasNASA

CIPHER integra análisis fisiológicos y psicológicos con el objetivo de evaluar de forma integral cómo se adapta el organismo humano a la vida fuera de la Tierra. Tal como detalla la científica del proyecto, Cherie Oubre, «CIPHER es el primer estudio que integra múltiples medidas fisiológicas y psicológicas, lo que nos brinda la oportunidad de evaluar la respuesta humana integral al tiempo que pasamos en el espacio».

Uno de los aspectos centrales es la pérdida de densidad ósea y masa muscular, aceleradas en microgravedad. Para ello, se evalúa la salud del sistema musculoesquelético mediante escáneres y análisis de sangre y orina. Los científicos buscan determinar si esta pérdida se estabiliza, se frena o se agrava más allá de los seis meses, y qué consecuencias sanitarias conlleva.

La investigación también se extiende al cerebro y el comportamiento. Se sabe que los fluidos corporales se desplazan en condiciones de baja gravedad, lo que puede alterar la estructura cerebral. Por eso, los astronautas se someten a resonancias magnéticas y a pruebas cognitivas, incluso con herramientas de realidad virtual. El propósito es correlacionar los cambios en la función cerebral con la duración del viaje.

Para comprobar su rapidez de adaptación a la nueva gravedad, los astronautas que participan en CIPHER recorrerán una carrera de obstáculos con un traje espacial poco después de aterrizar en la Tierra. En la imagen, un voluntario realiza una prueba en esta carrera

Para comprobar su rapidez de adaptación a la nueva gravedad, los astronautas que participan en CIPHER recorrerán una carrera de obstáculos con un traje espacial poco después de aterrizar en la Tierra. En la imagen, un voluntario realiza una prueba en esta carreraNASA

El sistema cardiovascular es otro punto de atención. La exposición prolongada al espacio puede derivar en rigidez arterial y mayor riesgo cardíaco. Mediante camisetas inteligentes que registran el ritmo cardíaco y respiratorio, junto con pruebas de imagen y presión arterial, los investigadores analizan cómo evoluciona la salud cardiovascular durante y tras las misiones.

El ejercicio físico, vital para contrarrestar el deterioro muscular y óseo, también se estudia. Los astronautas deben registrar su fuerza, resistencia, nutrición y sueño, así como completar obstáculos tras volver a la Tierra, simulando la gravedad marciana con dispositivos como ARGOS.

Otro campo clave es la adaptación sensoriomotriz. Los astronautas suelen sentir desorientación tras cambios gravitacionales. En CIPHER, se evalúan sus movimientos oculares y de equilibrio para prever dificultades operativas en misiones a Marte, donde no habrá asistencia terrestre inmediata.

Además, se monitorea la visión, afectada por la redistribución de líquidos en la cabeza. Se realizan escáneres del ojo, mediciones de presión ocular y análisis de la retina. Los investigadores buscan entender cómo impacta la duración de la misión en la estructura y funcionamiento ocular y cerebral.

Por último, las muestras de sangre y orina permiten analizar biomarcadores relacionados con el estrés, la inmunidad o la inflamación. CIPHER indaga si existen señales biológicas que reflejen cambios inducidos por los vuelos espaciales, como alteraciones en los telómeros, los extremos de los cromosomas implicados en el envejecimiento.

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