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El Sol y los nueve planetas que forman su sistemaGetty Images / Elen11

Ciencia

Lo compraron en Marruecos como un simple meteorito, pero contenía secretos del nacimiento del sistema solar

Tal como detallan varios estudios de las principales agencias e instituciones espaciales, se estima que alrededor de 17.000 meteoritos caen a la Tierra cada año. Además de los meteoritos sólidos que 'llueven' sobre nuestro planeta –la gran mayoría de ellos son pequeños y no causan daño–, aproximadamente caen 5.200 toneladas de polvo de meteorito, como resultado de su previa desintegración en la atmósfera.

En este contexto, tenemos que retroceder a 2018, año en el que se habría descubierto un pequeño meteorito, el cuál sería clave para entender cómo se formó el sistema solar en el que habitamos. Nombrado 'Northwest Africa 12264', esta pequeña roca —de tan solo 50 gramos— fue hallada en África Noroccidental. Tal como detalla The Meteoritical Society —una organización internacional dedicada a la promoción de la de la investigación y la educación en ciencias planetarias—, el meteorito fue comprado por el investigador Ben Hoefnagels en agosto de 2018 a un comerciante de Agadir (Marruecos).

Ahora, siete años después, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications Earth & Environment ha destacado como esta roca espacial podría haberse formado hace 4.564 millones de años, una fecha similar a la de los basaltos del sistema solar interior y presente en las cortezas planetarias.

El Sol y los nueve planetas que forman su sistemaPixabay

«Nuestros hallazgos son consistentes con las observaciones de discos exoprotoplanetarios que implican una rápida formación de planetesimales a lo largo de distancias radiales», explicó el equipo.

Históricamente se pensaba que aquellos planetas rocosos más cercanos al Sol —Mercurio, Venus, la Tierra y Marte— fueron los primeros en formarse. Esto se debía principalmente a la teoría de que los cuerpos más alejados contenían más hielo de agua —como Venus o Urano—, lo que retrasó el inicio de los procesos de calentamiento y fusión necesarios para la formación planetaria.

Sin embargo, tal como señala el reciente estudio, la composición de NWA 12264 —proveniente de regiones más alejadas del cinturón de asteroides— revela que se originó al mismo tiempo que los planetas más cercanos a nuestra estrella. ¿Esto qué quiere decir? Que la formación del sistema solar no siguió ningún patrón por proximidad, cambiando todas las teorías establecidas hasta el momento.

«Sorprendentemente, NWA 12264 proporciona la primera evidencia directa de un manto rico en olivino de un cuerpo formado en el Sistema Solar exterior. Este descubrimiento respalda la idea de que los planetas rocosos diferenciados, aquellos con núcleo, manto y corteza, también se formaron en el Sistema Solar exterior, no solo en las regiones interiores, como se creía anteriormente», señalan los investigadores.

En conclusión, los responsables del estudio destacan que esta nueva línea de investigación no se limita únicamente a nuestro propio sistema. De hecho, este hallazgo refuerza la teoría de que si en nuestro propio entorno fue posible la formación simultánea de mundos rocosos y helados, cabe la posibilidad de que ese mismo proceso se repita en otros sistemas del inmenso universo.