Ángel Sala, director del Festival de Sitges
FESTIVAL DE SITGES
«El cine es un sueño y el mundo no puede funcionar sin la ciencia ficción»
Entrevista con Ángel Sala, director del Festival de Sitges, que este domingo clausura su 54ª edición
Juan María Villagrán (Sitges)
A pocas horas de finalizar la 54ª edición del Festival de Sitges, desayunamos con Ángel Sala, el director del festival.
- ¿Cómo se siente ahora que está acabando esta edición del festival que ha sido tan peculiar a la vez que especial?
- Bien, me siento muy bien porque he visto sobre todo a la gente disfrutar de nuevo del festival. El año pasado fue un festival que conseguimos sacar adelante, pero fue como un festival fantasma: había miedo a venir a los cines, vino una ola en medio del festival que nos partió por medio… Y este año veo, quizás, esa alegría de pasear por Sitges, disfrutar del ambiente del festival y, bueno, también porque la situación es mejor, ya no por el cine ni por el festival, sino por la vida en general. Este paréntesis demasiado largo se va diluyendo, esperemos.
- ¿Cómo ve el futuro del Festival de Sitges?
- Lo veo bien. Sitges es una constante en la vida de muchos. Siempre está ahí. La gente pasa, los amigos se van, vienen, las parejas también vienen y se van… pero el festival permanece, y el cine que va con él y todo lo que lleva consigo permanece. El festival es una marca muy poderosa que no se deja domar fácilmente, no podemos encasillar ni encuadrar un festival como Sitges. Tiene vida propia. Podemos domarlo, para que no se desboque, pero no hay que domesticarlo en exceso.
- ¿Y el futuro de los cines?
- Hay que cuidar el parque de cines que tenemos. Que no desaparezcan cines. Hay ciudades que no tienen cines y hay que preservar el patrimonio cinematográfico en España. También es importante crear nuevos espectadores y gente que vea el cine en cines.
- ¿Y sobre las plataformas?
- Yo creo que es algo muy positivo. Nos permiten ver películas en condiciones estupendas, subtituladas… Estoy a favor. Ahora bien, no solo cine en casa. Se trata de convivir. Yo creo que los cines seguirán, aunque nada va a ser como antes. Pero no por la pandemia, antes de la pandemia ya estaban las cosas raras, pero han ido más rápido por ello. Hay que crear nuevas formas de exhibición, distribución, … Todo puede continuar, pero no como antes. Yo soy optimista y pienso que las salas seguirán de alguna manera.
- ¿Cómo piensa que ha evolucionado el festival?
- Yo creo que el festival ha ido creciendo a la par que la propia implementación del género. Este festival empezó cuando el género era un nicho muy pequeño. Ahora el fantástico está muy por encima de muchas otras manifestaciones cinematográficas. Es, quizás, el género con más popularidad, tanto en salas de cine como en plataformas. Es un género que crea fans, que son constatables. El festival ha convivido y ha organizado todo ello, y ahora es un evento muy grande, que creo que tiene futuro.
- ¿Y el futuro del género?
- El género tiene mucho futuro. Cada vez se va a hacer más cine fantástico, más ciencia ficción, más terror. El cine que habla tanto de la realidad tiende a ser coyuntural y tiende a diluirse. El cine, aunque hable de temas alegóricamente o metafóricamente de lo que vivimos, es lo que permanece. En el fondo, el cine es un arte imaginario. Y el fantástico es el género que mejor entiende ese lenguaje. Yo creo que en el futuro la gente va a querer ver más, de la imaginación, de lo que no puede ver en la realidad, frente a ver cosas que ya puede ver en las noticias. El cine fantástico crea mundos, crea pesadillas, crea lugares donde nos podemos escapar, aunque sean terribles, pero molan.
- ¿Qué es para usted el cine?
- Yo creo que es un tópico, pero el cine es un sueño. Es la forma de grabar y hacer que los sueños permanezcan. Las imágenes son sueños que nos identifican con cosas, que nos hacen reflexionar sobre algo. El mundo no puede funcionar sin ficción, necesitamos las ficciones. Nuestra vida es limitada, la vida real está condicionada a ser muy aburrida. Las ficciones nos permiten complementar esa vida. Sin las ficciones, estaríamos sometidos a una rutina que no soportaríamos. Las ficciones nos han hecho, desde el hombre de la caverna, soportar la realidad.
- ¿Una ficción que le haya marcado?
- Siempre digo la misma: 2001, una odisea en el espacio. Es una película perfecta. Si la empiezo, la acabo. La he visto 62 veces. Las tengo contadas. La tengo en DVD, en Blu-ray, en Laser Disc, en todos los formatos.
- ¿Es coleccionista?
- Sí. Tengo 6000 películas.
- ¿Cómo es su día a día?
Me distribuyo la jornada de trabajo. Tenemos reuniones, vemos muchas películas, reuniones externas, con el comité de selección….
- Ya están pensando en la siguiente edición sin haber concluido esta todavía…
- Sí, sí. Hay un trabajo de mucho tiempo. Y luego yo hago otras cosas, tengo otras ocupaciones dentro del cine, doy clases… Acabo tardísimo. Y cuando llego a casa, veo una peli. Me gusta estar al día de todo.
- ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Pues ver películas y programar. La parrilla la hago yo, me gusta. Ese es mi día a día. Yo me acuesto tarde. Me gusta trabajar de noche. Para mí, es suficiente dormir 6 horas, aunque antes dormía menos.
- ¿Algún fenómeno peculiar que le haya sucedido en el festival?
Creo que lo que más raro fue el año en el que una zombie walk se convirtió en una zombie walk real.
Fue un año en el que hubo una tormenta horrible. De padrinos de la zombie walk estaban Santiago Segura, Alaska y Mario Vaquerizo y quisieron dar el pistoletazo de salida. Y estaba diluviando. A los zombies se les derretía el maquillaje.
Se fue la luz en todo el pueblo. Los zombies mojados, con un aspecto terrorífico… Rayos, truenos y sin luz. «¿Y si esto ha pasado de verdad? Ha pasado algo y han salido de las tumbas…» pensaba. A mí me dio pena no haberlo grabado. La gente se lo tomó muy a pecho, daba miedo.
- ¿Pasa miedo normalmente?
- Algún sustillo tengo. Alguna cosa me da miedo. Pero me gusta sentir miedo con las películas, me encanta. “Jolín, me ha dado miedo, ¡qué bien!”.
- ¿Cuál es la película que más miedo le dio?
Tiburón. Sin duda. Me cogió de pequeño y me produjo pánico. Sobre todo, la escena de la cabeza del pescador. ¿Sabes eso que nunca querrías ver y lo ves? Además, siendo un chaval de 10 años en el cine…
- ¿Ha conocido a Spielberg?
- No, pero me gustaría. No soy mitómano, pero uno de mis sueños es conocer a Spielberg. Pero sí he conseguido estar en la casa de Kubrick, con su viuda.
Estuve en su casa y en su tumba. Fue una ilusión. Imagínate, para alguien que ha visto 62 veces 2001: Una odisea en el espacio. Estuve desayunando en la mesa de El resplandor, vi el despacho donde él trabajaba. Fue inolvidable. Para mí Kubrick es el mejor director de la historia. Y su tumba es muy bonita. Uno de sus perros me acompañó a su tumba, era un golden.
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