‘El Hormiguero’

Cristina Pedroche anticipa la Nochevieja en ‘El Hormiguero’

Sorprende a Motos al decirle la parte de un reno que comió en el mejor restaurante danés y también al revelar que DiverXO pierde «cantidades ingentes» de dinero

Cristina Pedroche anticipó la Nochevieja en el espacio más visto de Antena 3. En el que, según ella, «es el mejor programa de televisión del mundo». «Si este es el vestido que traes a El Hormiguero, ¿cuál será el de Nochevieja?», se preguntó, no sin razón, Pablo Motos. «No sé si cuando suba una foto al Instagram me la van a censurar», se preguntó la invitada. El presentador no lo dudó: «Te estoy viendo en pantalla y creo que te censuran». La vallecana iba vestida con un diseño de Josie que reproducía un cuerpo humano: «Es la vez que más tapada vengo a El Hormiguero», aseguró. Y era cierto.

Pedroche, que despedirá el año en Antena 3 junto a Chicote, protagonizó el último programa del año de El Hormiguero. Casi todo giró en torno a su look de Nochevieja, aunque hubo tiempo para hablar de su aprendizaje culinario y del amor.

El cultivo de la paciencia

Sabe que, año tras año, es diana de miles de críticas. «Aunque yo aparente que esté genial, la mochila me pesa», admitió.

Supera las críticas con actitud positiva y autocontrol. «Llevo 330 seguidos días meditando. Todos los días medito 8, 10, 12, 15 minutos. Estoy mucho más paciente, más relajada. Y eres más feliz», explicó.

–Pablo Motos: O sea, ¿que te has hecho budista?

–Cristina Pedroche: Pues sí.

El «look»

Compareció con una peluca morena, a lo Cleopatra: «No quiero que se vea lo que hay aquí debajo. Este año pasan más cosas: no solo es el vestido y lo que me puede o no cubrir. Ha pasado una cosa en el mundo cabeza», explicó. No habrá que tomar las uvas para saberlo. Según empiece el programa, se revelará. Dos años tendrán que pasar para volver a lucir la media melena que ahora tiene con peluca.

Turno para el vestido. Lleva la firma de Josie y está pensado desde el verano: «Cuando me lo enseñó, se me saltaron las lágrimas», recordó Pedroche.

Dio algunas pistas sobre ese atuendo.

Sabemos que no es muy ajustado: «No pasaría nada si engordase un kilo, ni tres, ni diez. Pero no lo voy a engordar, que yo hago mis deberes todo el año». Y también que no será convencional: «No es un vestido como tal. No es tela. Es otra cosa. Es un mensaje. Pero no hay ni body paint ni todo eso», aclaró.

Además del diseñador, otras cuatro personas conocen el diseño. Uno de ellos es su marido, Dabiz Muñoz: «Lo ha visto en las fotos y flipó».

Cómo se ligó a Dabiz

Pedroche contó que siempre le ha costado ligar, incluso cuando empezó a ser famosa. «Con Dabiz fui yo la que tomé la iniciativa. ¡Si es que ese señor es más parado!», contó riendo. A los quince días de conocerse le dio las llaves de su casa. «Antes de darnos el primer beso, yo ya le había comprado un cepillo de dientes. Lo puse al lado del mío, le mandé una foto y le puse: ‘Ya tienes el cepillo de dientes en mi casa’ ¡Antes de darnos un beso! Es que sabía que era él. Es que cuando lo vi y me sonrió... Es que no me ha pasado nunca. Es que dije: ‘Me voy a casar con este señor’».

Tras su primera noche juntos, el chef se levantó y preguntó por la cafetera. No la había, porque estaban en casa de ella, que no consume tan común estimulante. Así que él se fue corriendo a su restaurante –para tomar café– y ella directa a comprar una cafetera: «A ver si se me va ir porque no tengo café en casa», pensó.

Cristina Pedroche lució un vestido que dejaba poco a la imaginación — Cristina Pedroche lució un vestido que dejaba poco para la imaginación

Cuando lo conoció, ella no sabía nada de cocina: «Yo era un lienzo en blanco». Pero desde entonces no ha parado «de probar cosas». «Hace unos meses nos fuimos de fin de semana a Copenhague, al Noma, y probé el pene de reno. Y, de hecho, me acordé de ti. Porque sé que no te gusta comer ni penes, ni erizos ni ostras ni cosas que son lo más», le dijo a Motos. El Noma tiene tres estrellas Michelín y está considerado uno de los mejores restaurantes del mundo.

Tan especial es Motos comiendo que, aunque es amigo de la pareja, se resiste a acudir a DiverXO, y no porque haya subido el precio del menú de 250 a 365 euros, pues sabido es que el presentador de El Hormiguero es un señor millonario. Simplemente porque es rarito para comer. Lo del incremento de la factura del comensal lo explicó así Pedroche: «A día de hoy DiverXO pierde mucho dinero. Cantidades ingentes. Con ese dinero te puedes comprar una casa, con el dinero que se pierde en DiverXO al año». Fue casi lo primero que le dijo cuando lo conoció: «No puede ser que tengas el mejor restaurante del mundo y no tengas dinero». Lo que ganaba en algunas de sus empresas lo reinvertía todo en aquellas que perdían. Pedroche, en plan empresaria, le asesora para romper ese círculo vicioso.

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