Antonio Resines, el cómico que ganó un Goya al mejor actor con un drama

La opera prima de Antonio Resines, nacido en Torrelavega (Cantabria) en 1954, también lo fue de su director, Fernando Trueba, y de su protagonista, Óscar Ladoire. El título del primer largometraje de los tres no llevaba a engaño: Ópera prima (1980). Tampoco el género de la película, la comedia, que tanto ha marcado desde entonces la carrera de Antonio Resines en el cine y la televisión.

Antonio Resines y Fernando Trueba fueron compañeros de clase, junto al crítico de cine Carlos Boyero, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Resines, que estudió en el colegio marianista de Santa María del Pilar y perteneció a un grupo scout católico, había empezado la carrera de Derecho pero decidió reorientar sus estudios. De su amistad con Fernando Trueba en la facultad de Ciencias de la Información surgió la idea de Ópera prima, a la que después seguiría otra cinta dirigida por Trueba y protagonizada por Óscar Ladoire y Antonio Resines: Sal gorda (1983).

Para su tercer largometraje, Fernando Trueba recurrió nuevamente a Antonio Resines. Se trataba de Sé infiel y no mires con quién (1985), la primera de las películas de Antonio Resines en las que coincidió con Verónica Forqué. Para entonces, Resines ya había acumulado un buen número de presencias en el cine español. Desde un filme tan coral como La colmena (1982), de Mario Camus, hasta La línea del cielo (1983), de Fernando Colomo, y Dos mejor que uno (1984), en la que compartió protagonismo con José Sacristán.

Antonio Resines y Verónica Forqué fueron la pareja protagonista de La vida alegre (1987), de Fernando Colomo. Al año siguiente volverían a coincidir en el reparto de Moros y cristianos (1988), de Luis García Berlanga. Y un año después, en 1989, Antonio Resines trabajó en la comedia del absurdo por excelencia del cine español: Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda.

La pareja profesional formada por Antonio Resines y Verónica Forqué también se repitió en la pequeña pantalla con la serie de televisión Eva y Adán, agencia matrimonial. Estábamos a principios de los años 90, una década especialmente importante en la carrera de Antonio Resines. Cómo ser mujer y no morir en el intento, Todo por la pasta, Orquesta Club Virginia, La marrana, Acción mutante, Todos a la cárcel, Todos los hombres sois iguales, la serie de televisión Los ladrones van a la oficina… Su presencia se había convertido en una constante en el cine español de aquellos años y no ha dejado de serlo desde entonces.

Acostumbrados a verlo en papeles cómicos, Antonio Resines nos sorprendió en 1997 con un papel dramático como el de Rafael en La buena estrella, de Ricardo Franco. Su excelente actuación le valió el Goya al mejor actor en 1998. Al año siguiente repitió nominación en la misma categoría por La niña de tus ojos, de Fernando Trueba. Resines sumó su tercera candidatura a los Goya hasta el momento por Celda 211 (2009), esta vez como mejor actor de reparto.

Antes de esa tercera nominación, Antonio Resines había destacado también como actor dramático en la película La caja 507 (2002), justo antes de demostrar su vis cómica en la famosa serie Los Serrano entre 2003 y 2008.

En 2015, Antonio Resines asumió la presidencia de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España tras la dimisión de Enrique González Macho. En 2016 fue Resines quien dimitió del cargo por discrepancias con algunos miembros de la Junta Directiva de la Academia.

En los últimos años, Antonio Resines ha trabajado en series de televisión como ¿Qué fue de Jorge Sanz? o iFamily; ha colaborado en el programa de Antena 3 El Hormiguero; y ha participado en películas como Ola de crímenes, Hasta que la boda nos separe, García y García y ¡A todo tren! Destino Asturias, la cinta dirigida por su amigo Santiago Segura que se convirtió en la película española más taquillera de 2021. Antonio Resines tiene pendiente de estreno Sentimos las molestias, la serie de Movistar Plus+, y proyectos de cine como En temporada baja y De Caperucita a loba.