Andrés Garrigó
Entrevista | Productor de Madre Teresa: No hay amor más grande
Andrés Garrigó: «La Madre Teresa demostró al mundo que se puede ser humilde y tener fans»
El 8 y el 11 de mayo se estrena en más de 120 cines españoles la película-documental Madre Teresa: No hay amor más grande, un proyecto audiovisual que muestra a la gran santa del siglo XX como nunca antes
La Madre Teresa de Calcuta es la santa más influyente del siglo XX. Su labor con los más pobres entre los pobres consiguió conmover al mundo entero y llevar los corazones hacia Dios. Andrés Garrigó es el director de Goya Producciones, que en colaboración con European Dreams Factory, estrenan una nueva película documental sobre la Madre Teresa de Calcuta. Madre Teresa: No hay amor más grande, filme dirigida por David Naglieri, se estrena en España el 8 y 11 de mayo en más de 120 cines.
Esta película-documental se abre a la vida de la santa como nunca antes, con un acceso sin precedentes a los archivos institucionales y a los apostolados de las Misioneras de la Caridad.
–¿Qué tiene el documental Madre Teresa: No hay amor más grande que le diferencie de los demás proyectos cinematográficos que se han realizado en relación con la santa?
–En primer lugar, aparte de ser un documental, tiene una parte de recreaciones que está muy bien hecha, ya no cinematográficamente, sino respecto a la vida de la Madre Teresa, desde su época juventud en Albania, cuando ya empieza a tener los inicios de vocación, hasta sus últimos días. Se recorren también las tribulaciones que pasó, los momentos difíciles. El documental está muy bien hecho, a un ritmo muy sostenible. Además, las recreaciones y los testimonios son muy potentes. Participan personalidades muy conocidas, pero también gente muy humilde.
Hay dos momentos clave en la película. Uno de ellos es la concesión del Premio Nobel de la Paz por la labor de la Madre Teresa en favor de los desamparados y los pobres. Otro momento clave es la escena de su entierro. En general, ella fue una persona clave porque es una de las poquísimas santas que fueron populares a pesar de expresar públicamente mensajes muy fuertes.
–¿Cómo cree que influye una santa como ella en la sociedad actual?
–Pues influye muchísimo, en primer lugar porque no conozco ningún otro santo que haya recibido el Premio Nobel de la Paz. Además, participó con un gran discurso a favor de la vida en un lugar donde los católicos no suelen ser bien aceptados: la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí se plantó y les dio un mensaje muy fuerte a favor de la vida y en contra el aborto y la eutanasia. Para mí, la Madre Teresa debería ser la patrona de los cuidados paliativos, porque fue a lo que dedicó toda su vida, a dar una muerte digna a personas que malvivían en la calle.
Yo tuve el privilegio de conocer personalmente a la Madre Teresa. En un Congreso a favor de la vida en París a finales de siglo, ella acudió como invitada. Al acabar, se la trasladó a una salita más pequeña llena de prensa. En cuanto entró, los flashes comenzaron a dispararse. A ella siempre le molestó mucho la fama y recuerdo que dijo: «Para mí esto es un sacrificio y lo ofrezco por las almas del purgatorio». Para ella cada flash era un alma del purgatorio que se salvaba. La Madre Teresa demostró al mundo que se puede ser humilde y tener fans.
–Como usted ha dicho, la Madre Teresa era una gran defensora del derecho a la vida. ¿Qué cree usted que le diría esta santa a los dirigentes que atentan contra la vida con leyes a favor del aborto y la eutanasia?
–Una de sus grandes frases es «no hay país más pobre que aquel que no ama la vida, que aquel que practica el aborto». El aborto es una muestra de una gran pobreza espiritual y humana. No es sólo algo triste, sino también desgarrador y destructor para la sociedad.
Además, estos mensajes que ella supo hacer llegar al mundo entero sirvieron para acercar a muchas personas a la fe. Decía Pablo VI que «ser maestro es importante, pero es mucho más importante ser testigo». Pero si el testigo es además maestro o el maestro es también testigo, como ella, el efecto de evangelización es mucho mayor. Se solía quitar importancia diciendo que no tenía ningún mérito, que no era más que una servidora de Dios. Todos los frutos de su caridad, eran frutos de Dios, del Amor de Dios que es capaz de hacer milagros.
–Tengo entendido que el rodaje se ha realizado a lo largo y ancho de los cinco continentes...
–Sí. En el documental se muestran las labores que realizan actualmente las Misioneras de la Caridad –orden religiosa que fundó la Madre Teresa–, que siguen llevando a cabo la labor que la santa inició con los más pobres, los moribundos, los más necesitados. Cuentan cómo llegaron allí, qué hacen en su día a día y cómo siguen llevando el mensaje de la Madre Teresa al mundo.
Cuando empezó el SIDA, que todo el mundo tenía un terror horrible hacia aquella enfermedad, las Misioneras de la Caridad, encabezadas todavía en ese momento por la Madre Teresa, estuvieron ahí, atendiéndolos. En una ocasión dijo que ella se iría a la Luna si allí hubiese pobres a los que atender.
En la película se muestra, además, un viaje que hace Santa Teresa de Calcuta antes de morir, en el que consigue lo que nunca antes había podido conseguir: volver a su país natal, a Albania. Este fue durante muchos años el único Estado del mundo declarado públicamente ateo, por Constitución. Durante mucho tiempo, no pudo entrar, hasta que finalmente, gracias a la presión internacional y diplomática, pudo volver a Albania y venerar las tumbas de sus padres.
–Jonathan Roumie, protagonista de The Chosen, tuvo la oportunidad de ver la película y comentó que le hizo pensar «cómo ser un mejor pincel en las manos de Dios». ¿Es esta una película reflexiva?
–Absolutamente. Es una película que conmueve mucho. Con este documental uno se da cuenta de que la fe es capaz de mover montañas. Además, es también una llamada a los políticos tibios que no se atreven a defender los principios cristianos, que siguen las modas y se olvidan de lo realmente importante: los valores, la caridad, la fe, la familia...
–En la película se aparecen personas cercanas a la Santa.
–La persona más próxima a la Madre Teresa fue el Papa Juan Pablo II, que llegó a tener una gran amistad con ella y esa complicidad trasciende de las imágenes. Se ve cómo bromean, cómo se ríen, y cómo se admiran el uno al otro.
Algo muy importante de la película y que muy poca gente sabe es que la Madre Teresa –al igual que Santa Teresa de Ávila– pasó por una noche espiritual. Estuvo muchos años sin sentir a Dios en su corazón y ella lo soportaba como una prueba. Estas cosas se han descubierto a hora y salen a través de personas que la conocieron y que hasta este momento no habían hablado de ello.
–¿Cuál es la gran enseñanza que nos puede aportar esta película-documental?
–Que la Madre Teresa fue una gran santa, que ha hecho más que todas las ONG del mundo por consolar y servir a los enfermos y a los moribundos, a los leprosos, a los apartados de la sociedad. Porque no solamente les ha dado comida, bebida o medicinas; les ha dado la esperanza, les ha cambiado el espíritu y les ha hecho abrir las puertas del Cielo. Han visto que Dios está con ellos y que nos quiere más que nadie. Ella lo que practicaba era el amor, tal y zomo reza el título de la película: No hay amor más grande. Y eso es lo que ella transmitía, amor.
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