David Bisbal, en su documental
Movistar Plus +
La canción de Bisbal que su madre no puede soportar (y él tampoco)
El documental sobre el almeriense desvela su universo más íntimo
Ya sabemos cómo suelen ser los artistas con las canciones que los lanzaron a la fama. Lo normal es dejarlas para la parte final del repertorio. Pero hay algunos que prefieren directamente no tocarlas. Por lo que sea. Este último es el caso de David Bisbal y cierto tema de su primer disco, aquel que despachó un millón de copias (eran otros tiempos). En el documental sobre el almeriense que este martes ha estrenado Movistar Plus + se desvelan estas y otras intimidades y anécdotas.
En Bisbal, que así se titula, se reconstruye la vida del cantante almeriense desde su infancia (entrañable resulta escucharle cantar el Soy gitano de Camarón) hasta el concierto de celebración del 20 aniversario de su carrera, que tuvo lugar en el campo de fútbol de Almería el 19 de noviembre del pasado año. Ya desde el inicio del documental, cuando está preparando el repertorio del concierto 45 días antes, muestra su fobia hacia ese éxito: «No canto esa canción porque no siento de alguna manera la letra, no va conmigo, era una letra más de niño de 19 años», argumenta delante de Ludovico Vagnone, su director musical, y Alejandro Asensi, su mánager. Este último la defiende: «Muchas veces se subestima por ser de otra época, pero a la gente le fascina». Aprovechando que es el propio Bisbal propone un repertorio en orden cronológico, Vagnone va más allá y propone empezar por ese tema: «La primera en el pecho. Esto es Esparta». «O sea, ¿empezar el concierto así? No me jodas», responde Bisbal mientras se tapa la cara con una camisa amarilla. Hablan de Corazón latino.
Unos días antes del concierto, está en su casa con su mujer: «Hay una que la gente está pidiendo encarecidamente, que es Corazón latino. ¿Tú te imaginas yo cantando Corazón latino, con 42 años?», pregunta. «En los conciertos que yo he ido no la has cantado», responde. «No la canto porque no tiene nada que ver conmigo. Es una canción que dice… yo qué sé», replica. «¿Y con coreografía?», propone su esposa. «No», responde tajante el artista.
Llaman entonces a la madre de Bisbal. Le muestra cómo va a ser el diseño del escenario y le pregunta qué canción no quiere que falte. Dice primero la que cree que sobra: «Corazón latino… No sé lo he dicho pero esa canción no me gusta», responde la progenitora entre risas. «Pues mira, la voy a cantar», anuncia Bisbal.
Y, en efecto, el concierto de su 20 aniversario se abre con una trabajada versión, en plan crooner, de esa canción que su madre no puede soportar. Y él, aunque la cante, tampoco, pues ya no le representa.