La Princesa de Asturias en la Academia del Aire y del Espacio de San Javier
Casa Real El zahón que usa la Princesa Leonor para evitar pérdidas de consciencia en vuelo o la «visión negra»
La misión de este equipo es asegurar el riego del cerebro de los pilotos militares durante las bruscas aceleraciones verticales del avión
Una de las prendas imprescindibles en el uniforme de los pilotos del Ejército del Aire y el Espacio es el zahón anti-G. La función de esta prenda es evitar que la sangre se acumule en las extremidades inferiores durante las aceleraciones verticales bruscas del avión y deje el cerebro sin riego sanguíneo, lo que provocaría «visión negra» o pérdidas de consciencia.
A la Princesa de Asturias se la ha podido ver con el zahón anti-G en las fotografías y los vídeos que hizo públicos el Palacio de La Zarzuela con motivo de la «suelta» o primer vuelo en solitario de Doña Leonor como parte de su formación militar en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia).
La Princesa de Asturias se coloca su zahón anti-G encima del mono de piloto en San Javier
Los pilotos militares se someten a aceleraciones verticales bruscas y, en ese momento, la sangre tiende a acumularse en las piernas y los pies, lo que reduce el riego sanguíneo del cerebro. El primer síntoma de esta falta de riego es la «visión negra» o aparición de un velo negro en la visión y puede derivar en una pérdida de consciencia.
El zahón anti-G se empieza a colocar por la cintura encima del mono del piloto -que es ignífugo- y, una vez conectado al avión, se infla mediante aire a presión y mantiene apretadas las piernas y el abdomen, con el fin de evitar que la sangre se acumule en esas zonas.
Los zahones se hacen a medida de cada piloto para que se ajusten perfectamente a sus piernas y tienen aberturas a la altura de las articulaciones para permitir la movilidad.
La Heredera de la Corona con el zahón anti-G
La Princesa de Asturias también lleva un chaleco de supervivencia con baliza incorporada que, en caso de una eyección, se activaría y el equipo de salvamento la geolocalizaría e identificaría inmediatamente. Además, porta un equipo de salvamento que, en caso de caída al agua, se infla de forma automática o manual y, si el piloto se encuentra inconsciente, le coloca boca arriba para que pueda respirar.
Doña Leonor, el pasado jueves 18 de diciembre durante su «suelta»
El casco también va conectado a un tubo por el que el piloto recibe oxígeno para poder respirar y a un micrófono para comunicarse. Además, los pilotos llevan una bolsa de vuelo con la documentación que puedan necesitar.