Televisión
Mario Vaquerizo reaparece tras su caída con indirecta a Broncano: «¡Viva El Hormiguero! Ninguna otra cosa más»
«En el momento en que me dan un pronóstico muy reservado y me dicen que quizá no voy a ver bien, mi cerebro pensó: 'yo voy a ver'. Y si no veo, me lo invento», aseguró el cantante sobre el grave accidente que sufrió en un concierto
Alaska fue la invitada que este jueves cerró la semana de El Hormiguero, que lideró la audiencia al superar los dos millones de espectadores (2.157.000, frente a 1.957.000 de La Revuelta en La 1 con Manuel Carrasco como invitado) y conseguir una cuota de pantalla del 16,1 % (14,8 % para el programa de Broncano, que se había impuesto en los días anteriores). Alaska era la protagonista de la noche en El Hormiguero pero no le importó que alguien muy especial le robara parte del protagonismo. Mario Vaquerizo reapareció en El Hormiguero después de su grave caída del escenario en un concierto. No podía estar más feliz.
«Estoy en casa. Mi casa es El Hormiguero. Como en casa de una, en ningún sitio. ¡Viva El Hormiguero! Ninguna otra cosa más», exclamó Vaquerizo con un clara indirecta a La Revuelta. El equipo del programa de Antena 3 le había planteado la posibilidad de sorprender a Alaska en el plató. «Dicho todo esto, ellos, que siempre nos cuidan mucho y sobre todo porque Pablo y todo el equipo tienen devoción por ti, que te lo he dicho siempre (dirigiéndose a Alaska), ¿una sorpresa para Alaska? Vamos a ver, si vivo con ella; a Alaska no le gustan mucho las sorpresas; salir de casa uno por un lado, otro por otro, yo con los rulos puestos, en diferentes camerinos... Vamos a decir que venimos juntos y estamos todos juntos celebrando la salud, que tengo mucha. No veo bien pero tengo salud; cabeza, un poquito; cuerpo tengo mucho. Eso es salud. De dinero no vamos mal porque trabajamos mucho. Y… ¿cuál es la otra?». «Amor», le ayudó Alaska. «Y amor, ¡claro, eso!», reaccionó Mario Vaquerizo.
Pablo Motos preguntó al cantante por los primeros instantes después de la grave caída que sufrió en su concierto: «Mario, en los primeros momentos, ¿te llegaste a ver en una silla de ruedas?».
«No me lo permití», respondió Vaquerizo. «En el momento en que me dan un pronóstico muy reservado y me dicen que quizá no voy a ver bien, mi cerebro pensó: 'yo voy a ver'. Y si no veo, me lo invento. Yo empiezo la gira en marzo. El collarín lo sigo teniendo. Como no me lo quiten pronto, voy a parecer las señoras masáis. Tengo que fortalecer la musculatura del cuello. Si tengo que salir en silla de ruedas, saldré. Voy a volver con el giratutto con un elevador con quitamiedo», avanzó Mario Vaquerizo.
Alaska bromeó al acusar a El Hormiguero de provocar que su marido se acostumbrara a los golpes durante las desternillantes pruebas deportivas que realizó durante su divertida etapa de colaborador del programa.
«La culpa es vuestra porque, desde que hizo aquí las Mariolimpiadas, se acostumbró a los trompazos», ironizó Alaska. «No me mato en las Marioolimpiadas, y me mato en una mierda de concierto», completó Mario Vaquerizo, felizmente de vuelta y con el entusiasmo y la energía de siempre.