Dani Martín, sobre la muerte de su hermana: «Yo estaba durmiendo y tenía 75 llamadas perdidas de mi madre»

El cantante Dani Martín, el invitado de este domingo en el programa de La Sexta Lo de Évole, recordó cómo se enteró de la muerte de su hermana Miriam, fallecida en 2009 a los 36 años a causa de un infarto cerebral, y el cambio que experimentó personalmente a partir de su pérdida.

«Yo maduro con la muerte de mi hermana. Es un bofetón terrorífico que de repente te tambalea y te coloca en un rol absolutamente desconocido para ti. Y te dice: 'eh, que tus padres, si no tiras de ellos ahora mismo, se van para abajo y tienes que ser tú el que tire de esto'. Adquirí el rol de estar atento a mi familia, dejé de ser el niñato que era en El Canto del Loco para convertirme en el hombre, ya que mi hermana se había ido», reflexionó Dani Martín.

A continuación, el cantante reveló cómo conoció la fatal noticia. «Se fue de una forma completamente inesperada, con 36 años. Yo estaba durmiendo y el teléfono estaba en el salón y tenía muchísimas llamadas perdidas. Fui al salón y tenía como 75 llamadas perdidas de mi madre. Devolví la llamada y mi madre me dijo que mi hermana había fallecido. Una historia dura. Y dura sobre todo para ellos, porque pierden a una hija y colocar eso, yo creo que no lo colocas en la vida», reconoció, con voz tranquila.

El tiempo transcurrido desde entonces y la ayuda que ha recibido tienen mucho que ver en esa calma con la que ahora habla de una pérdida tan dura.

«Han pasado 15 años, me he trabajado, que creo que es lo esencial, y a día de hoy, pues lo hablo con calma, con sosiego. Hemos vuelto a celebrar las Navidades, hubo una época que no apetecía celebrar. Tampoco apetecía hablar de Miriam. Ahora me encanta hablar de ella. La quiero mucho. Ha sido una persona increíble, era un crack, era una veterinaria maravillosa y una gran tipa. Muy discreta, completamente diferente a mí, no le gustaba ser vista ni que la gente supiera que era la hermana del de El Canto del Loco. La vida decidió que fuera así. Como dice mi psiquiatra: '¿y por qué no?'. Y dices tú: 'ya, ¿y por qué a mí?'. ¿Y por qué no? Pues así es la vida.