Muere el actor Eusebio Poncela a los 79 años

Eusebio Poncela, uno de los actores más emblemáticos del cine y teatro español, ha fallecido a los 79 años. Su partida deja un vacío profundo en el mundo de las artes, donde fue una figura de referencia, admirada por su talento, versatilidad y autenticidad. La noticia de su muerte ha conmocionado a toda la industria cultural, que lo recuerda como un profesional íntegro, apasionado y un hombre de una gran humanidad.

Poncela nació en Vallecas y desde joven demostró su amor por el arte, incursionando en el mundo del cine y la interpretación con una pasión que le acompañaría hasta el final de su carrera. A lo largo de su vida, se destacó por su habilidad para dar vida a una amplia gama de personajes, desde los más complejos hasta los más entrañables, siempre con un sello personal que lo hacía único.

Se formó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y debutó poco después con la obra Mariana Pineda, de Federico García Lorca. También protagonizó Romeo y Julieta junto a María José Goyanes y uno de sus primeros éxitos en el Teatro Español es Marat-Sade en la compañía de Adolfo Marsillach. A partir de 1970 compagina su actividad teatral con trabajos en cine y televisión; para Estudio 1 protagoniza, entre otras, Los bandidos, de Schiller, junto a Juan Diego y Marisa Paredes.

Sin embargo, su primer gran éxito llegó con su participación en Arrebato (1979), de Iván Zulueta, una película de culto que, a pesar de su modesto presupuesto, marcó un hito dentro del cine experimental español.

En este filme, Poncela mostró su capacidad para adentrarse en terrenos psicológicos complejos, lo que le permitió ser considerado uno de los actores más prometedores de su generación. Siete años antes, en 1972, ya interpretó un personaje similar de la mano de Eloy de la Iglesia y su La semana del asesino.

En los años 80 ya está consagrado como uno de los actores más populares del panorama español gracias en parte a su papel de Carlos Deza en Los gozos y las sombras, adaptación de la obra literaria de Gonzalo Torrente Ballester con Charo López, Amparo Rivelles y Carlos Larrañaga en los demás papeles principales.

Otro de sus títulos de esa década más importantes es La ley del deseo, de Pedro Almodóvar y donde interpretó a un personaje complejo que encarnaba la ambigüedad sexual y emocional, temas recurrentes en la filmografía del cineasta manchego. El papel le abrió las puertas a otros directores de la talla de Carlos Saura (El Dorado), Imanol Uribe (El rey pasmado) o Pilar Miró (Werther). Tuvieron que pasar varias décadas más para que el intérprete volviese a colaborar con Almodóvar. Fue en 2019 con su participación en Dolor y gloria, que se llevó 7 Premios Goya.

En los años noventa, Poncela se trasladó a Argentina, donde recibió la llamada de Adolfo Aristarain para interpretar a Dante en Martín (Hache). Poco después, también colaboraría con la conocida banda de rock del país Los Fabulosos Cadillacs, apareciendo en el videoclip de Matador.

Pese a su holgada trayectoria en cine, teatro y televisión, Poncela tan solo fue reconocido en una única ocasión por su trabajo: recibió una nominación a los Premios Goya en la categoría de mejor actor protagonista por su trabajo en la película Intacto.