Fundado en 1910
Juan Campoy, primer ganador del bote de Pasapalabra

Juan Campoy, primer ganador del bote de Pasapalabra

Televisión

El primer ganador del bote de 'Pasapalabra' y su diferencia con Manu y Rosa: «Ahora son profesionales»

Dos décadas después, alejado de los focos y centrado en su carrera en el sector sanitario, Juan Campoy recuerda su experiencia en el concurso

Dos minutos, 28 respuestas y 10 millones de pesetas en juego. Así comenzó una de las páginas más memorables de la televisión española. En septiembre del año 2000, cuando Pasapalabra apenas llevaba unos días en emisión en Antena 3 con Silvia Jato al frente, un joven asturiano llamado Juan Campoy se convirtió en el primer concursante en completar el rosco y llevarse el ansiado bote. Tenía solo 24 años, estudiaba una licenciatura en Farmacia en la Universidad de Alcalá y acababa de obtener una beca para un máster en Biotecnología. Lo que no imaginaba era que, en apenas cinco programas, pasaría de estudiante anónimo a protagonista de la historia televisiva.

«Empecé de menos a más y me lo acabé llevando en el quinto programa», ha recordado en más de una ocasión. Lo suyo fue un triunfo tan rápido como inesperado: sin apenas tiempo para digerir la fama, se marchó del plató con 10 millones de pesetas –60.000 euros– y el orgullo de haber inaugurado una de las tradiciones televisivas más queridas por el público español.

La victoria de Campoy llegó en un momento en el que los concursos vivían una auténtica edad dorada. Aquel espíritu competitivo, donde la agilidad mental y la cultura general eran las principales armas, atrapó a Campoy, que vio en la televisión una oportunidad tan divertida como rentable.

Durante los diez años siguientes, se dedicó a participar en todos los concursos que pudo. Calcula haber acumulado cerca de 350.000 euros entre dinero en metálico y premios en especie, entre ellos tres coches —dos ganados en una nueva versión de El Precio Justo y otro en Alta Tensión— que acabaría vendiendo. «Me di cuenta de que, jugando medianamente bien y con un poco de suerte, se podía ganar bastante dinero», confesaba con humor. Incluso probó suerte invirtiendo parte del premio en bolsa, aunque, como él mismo admite, «no fue mi mejor decisión».

Con el paso del tiempo, Campoy fue alejándose de los focos. Hoy lleva más de dos décadas trabajando en MBA Surgical Empowerment, una empresa especializada en dispositivos médicos, un sector que define como «apasionante y en constante evolución». Ha ocupado distintos cargos y recorrido diferentes regiones, construyendo una carrera sólida lejos de las cámaras que un día le dieron la fama.

Aun así, sigue siendo un espectador fiel de Pasapalabra. Observa el programa con cariño, aunque también con cierta sorpresa ante lo mucho que ha cambiado. «Antes éramos chicos con cultura general, rápidos y aficionados a los juegos de mesa. Ahora hay verdaderos profesionales, gente que se prepara como si fuera una oposición», asegura. Y no le falta razón: desde su triunfo, el concurso se ha profesionalizado hasta niveles impensables, con participantes que estudian durante años y se enfrentan a pruebas cada vez más exigentes. Basta recordar los 2,2 millones de euros que Rafa Castaño ganó en 2023 para entender la magnitud actual del formato.

De aquellos 10 millones de pesetas que marcaron un antes y un después, Hacienda se llevó una buena parte, pero ni los impuestos ni el paso del tiempo han borrado el valor simbólico de aquella victoria. No solo fue el primero en completar el rosco, sino también el primero en demostrar que la televisión podía premiar la inteligencia tanto como el espectáculo.

Hoy, a sus 49 años, lleva una vida tranquila y discreta, alejado de los platós pero con la misma curiosidad de siempre. «Veo a los concursantes actuales y me maravillo de lo que saben. Yo tuve suerte de participar cuando lo hice», dice con humildad.

Temas

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas