¿Por qué las series coreanas conquistan la televisión?

Los k-dramas o los dramas coreanos han revolucionado la industria audiovisual, cruzaron sus fronteras nacionales y han sido aceptados a nivel mundial. Si antes los grandes éxitos en cine y televisión eran únicamente estadounidenses, hoy las producciones coreanas se han convertido en las más comentadas y populares a nivel global.

Sorprenden que estas producciones audiovisuales hayan crecido tan rápido y llamen la atención a todo el mundo, desde Europa hasta América; y que plataformas occidentales pongan en sus catálogos de series más vistas los dramas coreanos. Pero esto no es una casualidad, sino que es el resultado de una estrategia cultural y económica, debido a que desde sus inicios el gobierno de Corea del Sur ha promocionado sus productos culturales como parte de su estrategia de proyección internacional.

Con una narración muy cultural, una mezcla de narrativas encantadoras, personajes inolvidables y una producción de alta calidad, estas series han capturado la atención de audiencias en todo el mundo. Este auge es la consecuencia de una combinación de factores que han llevado a los dramas coreanos a convertirse en un pilar del entretenimiento global. Por ejemplo, los k-dramas no solo se produjeron para el consumo local, sino que desde un principio se pensaron para ser exportados y popularizados.

Por eso se ha facilitado su amplia difusión en distintas regiones, además, de que las grandes productoras surcoreanas se han asociado con plataformas como Netflix brindando un acceso más sencillo y accesible. Sin la ayuda de aplicaciones de streaming, como lo es Netflix o Amazon Prime, resultaría difícil o casi imposible que esta expansión exista. De ahí los relatos clásicos y uno de los que creó el éxito de las producciones surcoreanas, El juego del calamar.

Otra de las razones de su triunfo es por su capacidad de contar historias universales, como el amor, la justicia, el deseo de superación o la amistad, cuyos desenlaces conectan directamente con lo emocional y de forma natural con cualquier espectador. Además, presentan una distinción por su alta calidad de producción, con una cinematografía perfecta, escenarios distintos a los que se acostumbran a ver y un vestuario cuidado.

El ministerio de Cultura de Corea del Sur ha destacado que los k-dramas están en la cima de las preferencias de los espectadores, con una gran variedad y calidad de contenidos, desde comedias románticas hasta de acción y policiales; esa diversidad de temáticas ha mantenido el interés del público, lo que ha llevado su popularidad a otro nivel.

Asimismo, el auge de las producciones surcoreanas se extiende a la moda y la música. Actores y actrices se han convertido en ejemplos de estilo, y grupos musicales de K-pop refuerzan su fama. Estos últimos tienen mucho que ver en la expansión del fenómeno de los K-dramas, porque la banda sonora de las producciones son normalmente canciones originales, interpretadas por cantantes populares coreanos, por lo que fans de estos artistas han indagado y se han vuelto seguidores de los dramas televisivos.

La mayoría de las series coreanas duran aproximadamente entre 15 y 20 capítulos que se desarrollan sin dejar espacio a la posibilidad de una nueva temporada, por lo que esto crea una audiencia mayor, ya que en la actualidad llama más la atención las actividades cortas que no ameriten mucho tiempo.

Dentro de las series más populares están Woo, una abogada extraordinaria; King the Land, que, aunque salió en el 2023 todavía sigue teniendo éxito; de este mismo estilo, este año, en Netflix destacan Bon appétit, majestad, Si la vida te da mandarinas o Luces, cámara, ¡amor! Mientras que en Amazon Prime, en 2025, ha destacado Good Boy, una mezcla entre comedia, amor y acción.

Sin embargo, aunque las series coreanas se encuentran en un gran momento, los productos coreanos están preocupados. Temen que las plataformas de streaming, por cumplir sus requisitos, cambien o varíen la forma y las tradicionales series coreanas. Hong SeongChang, responsable de la producción de dramas en Studio S de SBS, advirtió que si los productores comienzan a adaptar demasiado sus costumbres por querer ser aceptados en estas plataformas, los k-dramas podrían perder su identidad y ese rasgo único con el que enganchan a los espectadores.

Ahora bien, si las series surcoreanas continuaran fuera de plataformas de streaming como Netflix, ¿seguirían en el top global de series más vistas?