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Vicente Vallés, autor de la novela La caza del ejecutor

Vicente Vallés, autor de la novela La caza del ejecutorHugo G. Pecellin

Entrevista

Vicente Vallés: «Tengo mi opinión sobre TVE, pero no sería elegante hablar de los compañeros»

«Mi gran aspiración es seguir haciendo el informativo que hago unos años más», asegura a El Debate, el presentador de Antena 3 Noticias 2 y autor de la novela La caza del ejecutor

Faltan apenas unas horas para que presente el informativo líder de las noches en España, Antena 3 Noticias 2, y Vicente Vallés saca tiempo para atender a El Debate desde la redacción. En eso, en sacar tiempo, acredita la misma destreza que en su forma de explicar las noticias a los espectadores y en su manera de tejer tramas de espionaje con un dominio, a veces visionario, de la geopolítica, como en La caza del ejecutor (Espasa), su nueva novela, precedida del éxito de la anterior, Operación Kazán. Vicente Vallés escribe en las mañanas que tiene libres, «que no son todas», y en el mejor de los casos, «como mucho durante dos o tres horas» al estar pendiente de la actualidad.

–¿De qué se siente más orgulloso con La caza del ejecutor?

–El orgullo que te puede generar un libro, en este caso una novela, es ver que los lectores se lo han pasado bien. Cuando pones el punto final, lo que necesitas es casi un desahogo porque es muy trabajoso, es mucho tiempo, mucha investigación, muchas vueltas que tienes que darle al texto, muchas revisiones. Pero a partir de ahí empieza la expectativa de ver cómo lo va a acoger el lector. Y si pasan los días y las semanas y vas viendo que llega alguna sensación de cómo los lectores se han entretenido leyendo la novela, incluso que han aprendido alguna cosa, te sientes muy orgulloso.

–¿Cómo consigue concentrarse en la escritura cuando está siempre pendiente de la actualidad?

–Esa es la parte más compleja en un caso como el mío, y entiendo que de otros compañeros de profesión que también escriben libros. Hay una limitación enorme de tiempo. Lo ideal para esto es tener prácticamente una jornada de trabajo diaria, sentarte a escribir y tener por delante seis o siete horas seguidas para poder hilar el trabajo. Yo puedo escribir cuando la mañana la tengo libre, cosa que no ocurre siempre, pero cuando la tengo libre a lo mejor puedo escribir, en el mejor de los casos, entre dos y tres horas, y al día siguiente es posible que no pueda. Cuando vuelvo tengo que revisar todo lo que escribí ayer o hace una semana para intentar coger el hilo y no perderme por el camino. Y a eso se añade, en el caso de una novela de este estilo, que es una obra de suspense, el cuidado de que no quede ningún cabo suelto.

–¿Se ve dentro de un tiempo dedicado exclusivamente a escribir? ¿O presentando el fin de semana cuando lo deje Matías Prats?

–No me he puesto a imaginar escenarios de futuro. Mi gran aspiración de momento es seguir haciendo el informativo que hago y me gustaría seguir unos años más. Tampoco me estoy planteando exactamente cuántos. Y también tampoco eso depende estrictamente de mí, sino de que mi empresa quiera que yo siga haciéndolo. No estoy haciendo planes de medio ni largo plazo, sino planes de corto plazo. Quiero hacer hoy un buen informativo y mañana también.

Vicente Vallés, con su novela La caza del ejecutor

Vicente Vallés, con su novela La caza del ejecutor (Espasa)Hugo G. Pecellin

–¿Cómo es un espía español, por lo que ha podido conocer de su trato con ellos preparando la novela?

–Como los espías de otros países. No son muy diferentes. Son personas que están en general muy bien preparadas, cada una de ellas con alguna especialización concreta, con mucha capacidad para conseguir datos, analizarlos bien y sacar conclusiones. Son agentes muy esforzados, muy sacrificados y que, como ocurre siempre en el ámbito de la inteligencia, la gente se entera de sus fracasos y no se entera de sus éxitos muchas veces. No nos enteraremos del atentado que han conseguido evitar, por ejemplo. Y eso queda para ellos. Merecen al menos ser reconocidos, aunque no sepamos exactamente por qué.

–¿Qué le dice la gente con más frecuencia por la calle?

–Normalmente en la calle se te acerca la gente que quiere decirte algo bonito. Cuando no, lo hacen a través de las redes sociales. Lo que ocurre cuando vas por la calle te sirve como baremo de la realidad. Como es natural, cualquier trabajo que se hace de cara al público hay a quien le gusta, a quien le gusta mucho, a quien no le gusta y hay a quien no le gusta nada. La gente que se me acerca por la calle me suele decir que le gusta el trabajo que hacemos en Antena 3 y yo se lo agradezco mucho. Así que ahí yo entiendo que hay una base numérica muy importante de personas que ven el informativo, como luego se refleja en las audiencias de todos los días.

–¿Recibe presiones del Gobierno?

–Sí, es algo muy común no solo del Gobierno, sino también de la oposición. Así que esto no es una cuestión de exclusividad del Gobierno ni de un partido concreto. Esto ha pasado siempre. Ha pasado de todo con todos los medios de comunicación. Cuando publicas algo que a alguien no le gusta, pues ese alguien se suele enfadar y de vez en cuando pues te trata de llamar la atención o personalmente, que ocurre pocas veces, o a través de alguna de las personas que están en la jefatura de la empresa en la que puedas trabajar. Es muy común, pero eso no significa que no sigamos contando las noticias de quienes presionan y de quienes no.

Vicente Vallés presenta cada noche Antena 3 Noticias 2

Vicente Vallés presenta cada noche Antena 3 Noticias 2Hugo G. Pecellin

–Si hay cambio de gobierno, ¿la línea editorial de Antena 3 Noticias sería igual de crítica?

–Yo no entiendo que estemos en una línea editorial de una manera o de otra. Si uno mira los informativos con un poco de seriedad e intentando hacerlo de la manera más objetiva posible, encontrará muy recientemente muchas informaciones que no son precisamente favorables a la oposición. Normalmente, el foco más importante de todos los medios de comunicación está puesto en quienes más poder tienen, que no están en la oposición, sino en el Gobierno. Aquí hay mucho mito en torno a las líneas editoriales.

–En una novela de espionaje como La caza del ejecutor, ¿qué tipo de personaje sería Pedro Sánchez?

–No he pensado en ningún político. Hay características en cada uno de estos personajes que son propias de personas a las que conozco, de personas de mi entorno familiar, de amistades, de alguien que sea más amable, alguien que sea un poco más cascarrabias, alguien que tenga mucha capacidad intuitiva... Pero no me he parado a pensar: 'esto se parece a tal político, este a tal otro'. Ni los políticos españoles ni los internacionales han estado en mi cabeza mientras estaba creando esta novela.

–El recurso de Sánchez de usar las gafas en su comparecencia en el Senado, ¿fue una maniobra de espionaje?

–De vez en cuando en política se utilizan pequeñas cosas para llamar la atención. Y ese día debió pensar Pedro Sánchez que era una buena idea ponerse unas gafas, cosa que no había hecho antes aquí, al menos que yo recuerde. Estamos en este mundo ahora de lo llamativo, de lo que va a tener éxito en las redes sociales… Yo creo que ese tipo de tácticas no van a ningún sitio. Pero es cierto que los expertos en comunicación en imagen consideran que sí. En el caso de Sánchez también vemos algunas cosas de estas. Sánchez se puso las gafas y Feijóo se las quitó. Unos y otros están más o menos por el mismo camino.

–¿Reconoce a esta TVE con el sesgo impropio en una televisión pública nacional durante toda la programación?

–Yo tengo mi opinión sobre eso, pero no me parecería elegante hablar de los compañeros, entre otras cosas porque además algunos de los compañeros que trabajan en TVE los respeto mucho por su profesionalidad y tengo muy buena relación con algunos de ellos. Con otros no tengo contacto porque no los conozco personalmente. Prefiero no hablar sobre lo que hacen los que están en mi competencia, con los que todos los días peleo profesionalmente y ellos también lo hacen. Con lo cual, bueno, vamos a dejarlo en empate.

–Pero verá muy diferente la casa a la época en la que usted estaba allí…

–Creo que todos los gobiernos que han pasado por el poder en España han tenido su propia forma de gestionar la televisión pública. Yo estuve allí tres años. En la época de Zapatero. Y tengo que decir que mi experiencia fue muy positiva. A Zapatero se le ha criticado y se le critica por otras cosas. Creo que una de las cosas que hicieron bien en la época de Zapatero fue la gestión de TVE. También la Ley antitabaco que se hizo me parece una ley muy pertinente. O el trabajo que se hizo, por ejemplo, en la Dirección General de Tráfico, que consiguió reducir en buena medida el número de accidentes en España. Hubo algunas cosas que en el Gobierno de Zapatero se hicieron muy bien, igual que hubo otras que son muy criticadas con buenos motivos para criticarlas.

–¿Considera que hay más cadenas y programas de televisión favorables a la izquierda que a la derecha en estos últimos años?

–No me he puesto a pensar en ello. Creo que en España tenemos todavía la suerte de vivir en un país en el que el derecho a la información está permanentemente extendido. Y eso está muy bien porque hay muchos medios de comunicación y creo que cualquier ciudadano está en condiciones de encontrar un medio que satisfaga sus expectativas. Y dentro de eso, yo siempre lo digo y lo recomiendo a quien me quiere escuchar, que lo ideal es informarse a través de varios medios que tengan diferentes líneas informativas, porque eso permite ampliar nuestros puntos de vista.

–Como escritor le acompaña la fama de visionario por adelantarse a hechos que han ocurrido después. ¿Qué predicción tiene para España en los próximos meses?

–Creo que seguramente en los próximos meses se va a ir acrecentando la tensión porque vamos a la tensión política que vamos a vivir ya en proceso electoral casi permanente hasta las elecciones generales, en el supuesto de que las elecciones generales se celebren al terminar la legislatura a mediados de 2027. Ahora ya llegan elecciones en Extremadura, en Castilla y León, en Andalucía, no podemos descartar que también las haya en la Comunidad Valenciana... Una vez que pasemos el verano de 2026, si es que no ha habido elecciones generales previas, entraremos en una campaña electoral completamente desatada. Y si ha habido tensión durante los dos primeros años de legislatura sin que apenas hubiera procesos electorales, podemos imaginar que va a haber mucha tensión añadida de aquí hasta que se celebren las elecciones generales.

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