Paul Newman, en una imagen de archivo
Cine
La peor película de Paul Newman, según él mismo: «Es una basura distinguida»
Su rodaje fue un infierno y dio rienda a uno de los enfrentamientos más sonados del Hollywood clásico
a lo largo de sus 83 años de vida, Paul Newman protagonizó películas memorables. El icono de ojos azules –que era daltónico y nunca pudo disfrutar en el espejo de su color real– tuvo que dar gracias durante años que la universidad le expulsase porque fue entonces cuando tomó la decisión de convertirse en actor. Se trasladó a Nueva York para formarse en el Actors Studio y debutó en Broadway, poniendo la alfombra roja de su futuro éxito en el cine y la televisión.
Pronto llegarían títulos como El buscavidas, La leyenda del indomable, La gata sobre el tejado de cinc, El golpe o Camino a la perdición. Participó en hasta 50 películas y fue candidato al Oscar por nueve de ellas. Tendría que esperar a 1985 para hacerse con el Oscar honorífico en reconocimiento a su trayectoria. Un año después, fue elegido como mejor actor por El color del dinero y en 1993 obtuvo el Premio Humanitario Jean Hersholt.
En toda su carrera rara vez habló de forma despectiva de su propio trabajo. Cuando lo hacía, lo hacía con estilo, como es bien sabido, publicando anuncios a página completa para disuadir al público de ver su ópera prima, El cáliz de plata, cuando se emitió en televisión. Más allá de aquello, la otra película por la que sentía cierta animadversión era El coloso en llamas.
El libro Paul and Me reveló cuánto se odiaban en realidad Paul Newman y Steve McQueen, coprotagonistas en la película. El enfrentamiento comenzó cuando se tuvo que decidir cuál de sus dos personajes era el más importante de la película. En aquel momento, quizás no estaban al mismo nivel de talento, pero eran igual de rentables. Todo empeoró cuando McQueen se enteró de que no tenía el mismo número de diálogos que Newman. Decidió hablar en privado con el guionista para que añadiese más a su personaje sin consultarle al director.
Pese al feud entre los dos actores, El coloso en llamas consiguió sorprender al público y se convirtió en un éxito rotundo, recaudando más de 200 millones dólares, una cifra extremadamente inusual a principios de los 70 y sobre todo teniendo en cuenta que se financió con solo 14. De no haber sido porque su disputa se alargó en el tiempo, ambos podrían haber repetido este éxito en otras películas y haber ganado millones de dólares juntos.
De hecho, Steve McQueen podría haber sido Robert Redford en Dos hombres y un destino. En esta ocasión, McQueen también exigió no compartir protagonismo y tener el mismo número de frases. El estudio no cedió y Redford fue elegido para interpretar a Sundance Kid en su lugar.
Paul Newman y Steve McQueen, en un fotograma de El coloso en llamas
Con todo, no es de extrañar que Paul Newman no sintiese simpatía por la película. La crítica, además, la veía por debajo de su nivel interpretativo. Ante las acusaciones de que esta épica catastrófica estaba por debajo de su nivel, Newman abordó con la clase y dignidad que le caracterizaba si la consideraba una basura. «Probablemente lo sea», reconoció ante la prensa. «Pero es una película basura muy distinguida».