Homenaje de la Junta de Andalucía a Pemán y Alberti como ejemplos de reconciliación
José María Pemán consiguió un permiso excepcional para que el poeta de Marinero en Tierra pudiera pisar suelo gaditano cuando vivía en Roma en 1969.
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía ha celebrado las I Jornadas Andaluzas Letras para la Concordia, en el Oratorio de San Felipe Neri de la capital gaditana, donde se ha homenajeado a escritores José María Pemán y Rafael Alberti, en un encuentro que tendrá un carácter anual para restaurar y defender la concordia, el entendimiento y el diálogo.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, ha presidido el acto inaugural al que han asistido familiares, amigos y admiradores de ambos escritores.
El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha ofrecido la lección inaugural, titulada Pemán y Alberti: literatura, política, concordia, en la que ha desgranado la vida y obra de ambos autores, culminando en su reencuentro: «olvidándose del pasado y reconciliándose».
Una relación respetuosa
Al mismo tiempo, ha recordado las gestiones que hizo José María Pemán para que los escritores que estaban en el exilio, como el caso de Rafael Alberti, pudieran regresar a España. De hecho, ha señalado la ocasión en la que Pemán consiguió un permiso por estar en el consejo de Don Juan, el Conde de Barcelona, para que el poeta de Marinero en Tierra, pudiese pisar suelo gaditano cuando vivía en Roma, en 1969. «Al parecer le dio un ataque de melancolía que le hizo pensar que moriría allí sin volver a pisar su tierra. Y pudo visitar El Puerto de Santa María».
«Entre ambos hubo una relación respetuosa; de hecho, existe, una mención a Pemán en La arboleda perdida, de Rafael Alberti».
También ha recordado el director de la RAE que, «cuando muere la esposa de Pemán, Carmen Domecq, Alberti le escribió una cariñosa carta donde le enviaba sus condolencias por la pérdida» y ha apuntado que no fue la única carta, ya que entre ambos hubo una correspondencia frecuente aunque -ha reconocido- «no es fácil de encontrar».
Alberti, en una de ellas, le envió un dibujo con una dedicatoria al escritor gaditano y Pemán en otra le felicita las Pascuas.
Muñoz Machado, que ha buceado en archivos y documentos para elaborar la lección inaugural también ha destacado la importancia de la reconciliación «de dos intelectuales, de dos escritores que habían militado en dos bandos diferentes durante la Guerra Civil española respondiendo con generosidad a los horrores de dicha guerra» y ha añadido que «esta clase de actitud conciliadora de ambos quería servir para que una catástrofe humana y política semejante no se volviera a repetir».
La cultura llega más lejos que la política
Por su parte, la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, encargada de abrir estas jornadas ha subrayado «que aunque no compartían las mismas ideas sí que compartían su lugar de nacimiento y que terminaron siendo amigos».
Según Mestre, estas jornadas «reflejan el compromiso de la Junta de Andalucía con la cultura, tras anunciar el pasado mes de julio, cuando se celebraba el 40 aniversario del fallecimiento de José María Pemán, que se le rendiría este homenaje», y ha añadido que «todos los hombres de las letras tienen algo de indomables y de maravillosos defensores de su ideología, tendiendo puentes y siendo un ejemplo, como es el caso de Pemán y Alberti».
La delegada del Gobierno andaluz ha insistido en «que hemos venido a celebrar los abrazos de dos personas conocidas, los abrazos de las letras y de dos gaditanos que demostraron que la cultura llega más lejos que la política cuando ambas son generosas y se elevan por encima de las ideas».
Una lección de tolerancia, respeto y democracia
La directora del Centro Andaluz de las Letras (CAL), Eva Díaz Pérez, ha aludido también a este abrazo entre Rafael Alberti y José María Pemán, «gesto que simbolizó el espíritu de la concordia frente al rencor. En ese abrazo está guardada la historia de nuestra literatura y la de nuestra historia con la Transición ya en marcha». Para Eva Díaz Pérez, «ambos escritores supieron encontrar la reconciliación de las dos Españas a pesar de pertenecer a distintos bandos durante la guerra y eso es lo que pretende demostrar este encuentro, una lección de tolerancia, de respeto y de democracia».
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