
El escritor Augusto Monterroso
Veinte años sin Monterroso, el autor que escribió el relato más breve de la literatura
El escritor nacido en Honduras, guatemalteco y finalmente mexicano por exilio, es considerado uno de los grandes maestros de la narrativa breve
Mexicano por exilio
Diez cuentos muy cortos de augusto Monterroso:
- «Nulla dies sine linea»
–Envejezco mal –dijo; y se murió. - El Dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. - El Mundo
Dios todavía no ha creado el mundo; solo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso. - El Espejo que no podía dormir
Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía de lo peor, como que no existía, y quizá tenía razón; pero los otros espejos se burlaban de él, y cuando por las noches los guardaban en el mismo cajón del tocador dormían a pierna suelta satisfechos, ajenos a la preocupación del neurótico. - El Paraíso Imperfecto
–Es cierto –dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno–; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve. - El Salto Cualitativo
–¿No habrá una especie aparte de la humana –dijo ella enfurecida arrojando el periódico al bote de la basura- a la cual poder pasarse?
–¿Y por qué no a la humana? –dijo él. - Historia Fantástica
Contar la historia del día en que el fin del mundo se suspendió por mal tiempo. - Te Conozco Mascarita
El humor la timidez generalmente se dan juntos. Tú no eres una excepción. El humor es una máscara y la timidez otra. No dejes que te quiten las dos al mismo tiempo. - Epitafio encontrado en el cementerio Monte Parnaso de San Blas, S.B.
Escribió un drama: dijeron que se creía Shakespeare;
Escribió una novela: dijeron que se creía Proust;
Escribió un cuento: dijeron que se creía Chejov;
Escribió una carta: dijeron que se creía Lord Chesterfield;
Escribió un diario: dijeron que se creía Pavese;
Escribió una despedida: dijeron que se creía Cervantes;
Dejo de escribir: dijeron que se creía Rimbaud;
Escribió un epitafio: dijeron que se creía difunto. - Los Otros Seis
Dice la tradición que en un lejano país existió hace algunos años un Búho que a fuerza de meditar y quemarse las pestañas estudiando, pensando, traduciendo, dando conferencias, escribiendo poemas, cuentos, biografías, crónicas de cine, discursos, ensayos literarios y algunas cosas más, llegó a saberlo y a tratarlo prácticamente todo en cualquier género de los conocimientos humanos, en forma tan notoria que sus entusiastas contemporáneos pronto lo declararon uno de los Siete Sabios del País, sin que hasta la fecha se haya podido averiguar quiénes eran los otros seis.