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28 de marzo de 2024

La escritora Eloina González Orviz

La escritora Eloina González Orviz

Entrevista

Eloina González Orviz: «Con esta novela quise resolver en la ficción un caso real inacabado»

El Silencio que guarda los secretos (Ediciones Atlantis) cuenta la historia imaginada de un asesinato real sin resolver que la autora vivió como jueza de instrucción

Eloina Gonzaléz Orviz, magistrada, 44 años como barcelonesa y oriunda de un pueblecito de Asturias, ha vuelto a los orígenes para cuidar de su madre anciana. De ida y vuelta, del hogar a su antigua casa, donde ha pedido el traslado temporal, el tren del Cantábrico al Mediterráneo ha sido durante mucho tiempo su cabaña de escritora. Allí, por las noches y viendo los pueblos pasar, escribió la historia que la obsesionaba, basada en el caso real de la mujer que apareció asesinada con tres punzones en el cuello, que terminó siendo una novela negra. La necesidad de escribir de una mujer, Eloina, que no estudió Filología Hispánica porque una amiga le dijo que se iba a morir de hambre y ha acabado siendo la escritora que siempre quiso ser más allá de las leyes, o entre ellas, o incluso a propósito de las leyes: el origen de un relato que un día sacó del cajón para pasar de estar a oscuras, entre maderas, a estar a la luz, entre cubiertas que susurran El Silencio que guarda los secretos.
–Seguro que sabe que Miguel Delibes siempre dijo que él aprendió a escribir con un libro de Derecho Mercantil de Antonio Garrigues. No sé si tuvo una experiencia similar. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
–El libro trata de la muerte de una mujer. Y está basado en un hecho real. En el juzgado nos apareció muerta a una mujer. Estuvimos más de tres meses con la instrucción. Y al final el caso quedó sobreseído. Una mujer que apareció muerta con tres cuchillos clavados en el cuello. Ahí quedó. La policía se molestó muchísimo. Todos nos volcamos en el asunto. Pero al final quedó sobreseído. Al cabo de un año me marché de allí y me fui a vivir a Tarrasa, pasé a un juzgado de primera instancia. Entonces yo iba de Barcelona a Tarrasa en tren y pensaba en aquella mujer. Estaba un poco obsesionada. Pensé que tenía que escribirlo para que no se me olvidara y después pensé en darle vida a aquella mujer. Pensé que podía hacer justicia, darle vida: así me surgió la idea. Luego decidí resolver en la ficción un caso real inacabado.
–Una novela negra donde se trata el maltrato a las mujeres.
–Como jueza instructora me acordé de tantos años de ver temas sobre la violencia a las mujeres. Algo que es absolutamente transversal donde da lo mismo la clase social, la extracción, la educación, la economía... Introduje en la novela como 20 o 21 inputs de asuntos de violencia. No fue fácil porque son temas que hieren. Yo introduje los sucesos a través de la jueza instructora. Que a través de sus recuerdos del pueblo, de la infancia y a través de los sucesos actuales en su vida, va desgranando estos pequeños casos en paralelo a la trama principal que es el crimen de Mercedes.

El crimen de Mercedes es la trama desde que aparece muerta hasta que se resuelve el caso. Y luego está Pilar, la instructora, que va recordando lo que ocurrió en el pueblo donde vivió

–Está la víctima, Mercedes, y Pilar, la instructora.
–El crimen de Mercedes es la trama del libro desde que aparece muerta hasta que se resuelve el caso. Y luego está Pilar, la instructora, que va recordando desde los años 60 lo que ocurrió en el pueblo donde vivió, en el que no pasaba nada y en el que parecía que no pasaba nada, pero en realidad sí pasaba.
–¿La trama detectivesca es la original o es lo que subyace de la trama?
–La trama viene dada por un crimen que sucede y que hay que investigar. Entonces ahí se pone en marcha la policía. No hay detective en el sentido de los detectives privados. No. No es una novela policíaca propiamente. Es más bien una novela negra donde, aparte de esa investigación, se ponen otras cosas encima de la mesa o encima del tapete. Entonces, en esa trama de detectives o de policías se va desarrollando otra a lo largo del tiempo. Y ahí es donde Pilar recuerda y recuerda.
Cubierta de 'El silencio

Cubierta de 'El silencio que guarda los secretos'Ediciones Atlantis

–¿Le inspiró algún autor?
–No, simplemente me senté a escribir el relato de la muerte en principio, y el relato de lo que había pasado con la instrucción. Además había un señor que había estado en la cárcel, en prisión preventiva, porque parecía que podía ser... Este señor estuvo un mes en prisión, luego lo tuvimos que poner en libertad. Yo empecé contando esto y después fue cuando me planteé darle más partes a la novela. Yo conté lo que había vivido, lo novelesco, y después introduje esos episodios de recuerdo y de vivencia presente desde los años 60 hasta el momento actual. Y eso fue lo que quise hacer.
–¿Había escrito algo antes?
–Tengo una novela corta que estoy revisando. Y mucha poesía. Todo está en un cajón. No sé qué va a pasar ahora. Lo que me ha pasado con esta novela es que veo que la gente se ha puesto contentísima a mi alrededor. Yo no podía prever que podía despertar tanto interés. Mi trabajo es solitario. Nadie repara en mí. Y ahora me llaman. Todo un descubrimiento. Todo ha sido inesperado desde que en noviembre la editorial Atlantis me dijo que mi libro merecía ser publicado.

Hay muchas cosas que ha vivido, pero no en primera persona. Muchos de los casos los he vivido de una manera directa o indirecta y no todos son judiciales

–¿Cuánto hay de Eloina y de su vida en la novela?
–Hay muchas cosas que ha vivido, pero no en primera persona. Muchos de los casos que se desgranan los he vivido de una manera directa o indirecta y no todos son judiciales. Yo he escrito algo sobre la realidad, pues me he remitido a muchas cosas que observo. Parecen mentira la cantidad de cosas que se te vienen a la cabeza cuando tú pones la mirada o pones la atención en algo que luego cuentas de otra manera.
–¿Tenía algún esquema?
–Hay gente que lo diseña absolutamente todo y después lo escribe y o al revés. Yo me siento a escribir y me surge. Voy escribiendo todas las noches. No soy de ponerme en un esquema, sino que me va surgiendo.
–¿Hay más libros en mente o en camino?
–Sí, incluso la gente me da ideas y me dice que tengo que continuar con el personaje de la instructora Pilar. Yo siempre he tenido una necesidad de escribir y ahora creo que más. Y también tengo ganas de pasar este capítulo. De iniciar otro nuevo camino, entre otras cosas, porque cada vez que vuelves a sumergirte en la historia cambiarías alguna cosa. Ahora la novela se está vendiendo por redes y pronto la sacarán en librerías. Voy despacio porque para mí el hecho solo de escribir me llena las horas. Es como relajarme. Si además gusta, pues ya no puedo pedir más.
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