La escritora Emma Nogueiro
'Querido Nano', última novela sobre Fernando Sánchez Dragó
Emma Nogueiro: «Quien lea este libro va a conocer al Sánchez Dragó fuera de los medios»
Querido Nano es una especie de biografía acotada en una etapa del autor a través de las cartas que intercambió con su madre y escrita por su última pareja
Cuando se cumple un año de la muerte de Fernando Sánchez Dragó surge de entre los baúles de su casa de Soria Querido nano, una suerte de novela hilada con la correspondencia que el reconocido escritor mantuvo con su madre Elena a lo largo de tres décadas. La artífice de esta reveladora biografía íntima del autor es Emma Nogueiro, última pareja de Dragó, con la que estuvo sus últimos siete años de vida y quien convierte a la madre en narradora de las vicisitudes de su hijo entre los años 56 al 80. Con motivo del lanzamiento del libro de Planeta este 17 de abril, El Debate se ha puesto en contacto con la autora.
Cubierta de Querido Nano de Emma Nogueiro
–Esta novela fue un proyecto de libro que se inició en vida de Fernando. ¿Cómo surgió la idea?
–La idea surgió en septiembre u octubre de 2020 cuando, estando en la casa que tiene Fernando en Soria y ordenando su archivo, apareció un baúl con cartas cruzadas entre la madre y él, así como cartas de alguna de sus mujeres y de amigos. Me di cuenta de que ahí estaba el hilo conductor o el bastidor de lo que podía ser una novela que contase un poco la vida de Fernando vista desde los ojos de su madre.
–Necesitó, imagino, horas de charlas con Fernando para conocer un poco mejor esa visión materna...
–Sí. Fue una etapa maravillosa. Evidentemente mi testimonio más cercano y directo era Fernando, su hijo. Hubo conversaciones infinitas porque me encantaba hablar de su infancia, de su madre, de su padre que no conoció porque lo fusilaron en la guerra... con lo cual sí metí mucho en el libro de lo que me contaba Fernando. Pero también la hija de Fernando, Ayanta, me ha ayudado con esos testimonios. Ella tuvo mucha relación con la que fue su abuela.
La escritora Emma Nogueiro
–Querido Nano es el título del libro por el apodo de la madre a Fernando. Aparte de la madre, ¿hay alguien más en la familia que le llamara así?
–Sí, sus hermanos, los amigos del colegio, la parte de la familia materna también lo seguía llamando así y yo misma le llamaba Nano. Mi gato también se llama Nano, un poco mi homenaje a ese Fernando. Es un apelativo muy cariñoso que teníamos hacía él, porque le recordaba efectivamente a sus tiempos de infancia.
Siempre cuento que cuando empezó a leer el libro a mano, a las dos o tres páginas comenzó a llorar
–Estuvieron trabajando juntos en el libro antes de su muerte repentina. Pudo leer la mitad...
–La idea le encantó desde el momento en el que se la conté porque era una manera de recordar cómo había sido su vida y dar un poco testimonio de otras aventuras que había corrido. Bien es verdad que a medida que yo iba avanzando en la escritura del libro, quise, cuando ya estaba casi terminado, que se lo leyera y que me diese un poco su opinión, ya no solo como protagonista de la novela, sino también como escritor altamente experimentado en estas plantas literarias. Siempre cuento que cuando empezó a leer el libro a mano, a las dos o tres páginas comenzó a llorar. Se emocionaba. Me iba haciendo de vez en cuando anotaciones, comentarios sobre qué podía cambiar o si alguna cosa no era exactamente como yo la contaba. Pero siempre le gustó mucho.
–El libro se presenta como un homenaje para él, una declaración de amor. ¿Ha sido duro el proceso de preparación para la publicación estando de duelo?
–Todo lo contrario. El libro estaba escrito cuando Fernando falleció. No he tenido que escribir, que eso sí que hubiese sido bastante más difícil. He tenido que releer, corregir, matizar y pergeñar algunas cosillas. No fue duro. Fue una especie de salvación, porque mientras yo releía ese libro en los días que siguieron a la muerte de Fernando, de alguna manera Fernando seguía estando conmigo y siempre lo estará, pero en aquellos días más. Releer sus andanzas, sus cartas, lo que le escribía la madre, lo que le escribía a los amigos... era una forma de contactar con Fernando y de sentirlo cercano en esos días tan duros.
Él siempre decía que para tener una vida y poder escribir de algo había que vivir aventuras. Había que vivir la vida, pero colosalmente
–Es una historia verídica 100 %. Todo lo que se cuenta es real, no hay invención.
–No hay nada de invención. Fernando siempre decía que la literatura es el lugar donde se exagera, pero es una historia que está basada en la realidad. Es un pequeño musical dejando una vida muy completa: fue padre, marido, amante, novio, viajero, lector pero, sobre todo, por encima de todas las cosas, fue escritor. Él siempre decía que para tener una vida y poder escribir de algo había que vivir aventuras. Había que vivir la vida, pero colosalmente. Entonces, todo lo que se cuenta es lo que le pasó en esos años. Aproximadamente desde el 56 hasta el 80. Es decir, desde la primera vez que entra en la cárcel por política hasta que ganó el Premio Nacional de Literatura.
Yo confío en que el lector siga conociendo y descubriendo la vida tan azarosa y aventurera de Fernando
–¿Qué va a encontrar el lector?
–Este libro, de alguna manera, viene a completar los volúmenes de memorias que Fernando escribió y que no alcanzó a terminar porque se quedó hasta un determinado año. Por lo tanto, yo confío en que el lector siga conociendo y descubriendo la vida tan azarosa y aventurera de Fernando. Espero que también se dé cuenta de que Fernando no es el personaje de los medios de comunicación. Es otra cosa que va mucho más allá. Confío en que vean eso y que vean también la relación tan maravillosa que tenía con su madre, las aventuras que vivió y cómo cambió el pensamiento en esos años de crecimiento, de viajes por Asia y Oriente. Entonces me atrevo a decir que lo van a conocer.
–¿Qué detalles del libro cree que van a llamar más la atención?
–Fundamentalmente las aventuras en esa época. El feroz optimismo que tenía Fernando, porque aún estando en la cárcel, aún tenido accidentes por mundos lejanos, aún estando exiliado, teniendo rupturas amorosas, alejándose de de su madre por los viajes que tenía... estaba siempre feliz y siempre tenía un elemento para continuar adelante.
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