La banda de K-pop BTS en el concierto de Nochevieja en Times Square
Stray Kids en Madrid y Blackpink en Barcelona: por qué el K-pop ha conquistado a los jóvenes españoles
Los conciertos de estos dos grupos celebrados las últimas semanas en España demuestran que el género arrasa entre el público español
Desde el más Lejano Oriente ha llegado una marea que ha encandilado a los jóvenes españoles: el K-pop, pop de Corea del Sur. El género ya no es una moda exótica, es un fenómeno cultural que engloba música, estética y creación de comunidad. Como todos los grandes fenómenos de este estilo.
Sin ir más lejos, la vuelta de Oasis este verano desató, el pasado, un furor con muy pocos precedentes en la venta de entradas anticipadas que rivaliza con la comercialización de merchandising con el que los fans acuden a los conciertos.
Pensamos también en la Beatlemanía de los años 60. O demos un paseo por cualquier estadio en el que se vaya a dar un concierto de heavy metal. Ver a otros, a desconocidos, en realidad, con tus mismos gustos refuerza el gregarismo. Y luces con más orgullo tu camiseta de Iron Maiden o, por ejemplo, de Stray Kids o Blackpink.
Estas bandas coreanas son dos de las más señeras del K-pop y han dado conciertos en Madrid y Barcelona, respectivamente. Los eventos han sido multitudinarios, pero el éxito del género entre la juventud de nuestro país ya se había confirmado.
Más que una moda, un fenómeno cultural
La música actúa como una forma de conexión, en cualquier género, y el K-pop no es una excepción. No es una excentricidad que guste, por moda, a los jóvenes, es una forma de compartir, de crear comunidad.
Y si no extraña ver a gente que ronda los 50 o los 60 con diademas con cuernos en los aledaños del Metropolitano en el concierto de AC/DC de julio, tampoco debería ver, en los grandes eventos, al fandom de esta música.
Porque el respaldo que tiene el género es abrumador. Sus seguidores convierten cada concierto y cada evento en una experiencia que despierta pasiones. Más allá de listas de reproducción con los grandes éxitos del K-pop, los fans acuden en masa cada vez que uno de sus grandes exponentes viene a España.
Los conciertos de estos días en Madrid y Barcelona no son pioneros. De hecho, bandas como Ateez o BTS tienen un profundo arraigo en España. En nuestro país se han celebrado eventos multitudinarios antes de que Stray Kids y Blackpink se consagraran con sus actuaciones españolas.
El pasado mes de octubre se celebró en Madrid el Music Bank, un festival que en un principio se iba a celebran en el Santiago Bernabéu (aunque finalmente fue acogido en el auditorio Miguel Ríos de Rivas). Aquella fue una jornada con ocho grupos de K-pop a la que acudieron decenas de miles de personas.
Y ya el año anterior, en verano, se celebró el KPOPLUX, otra vez en el Metropolitano, entre una gran expectación del fandom.
El K-pop ha llegado para quedarse porque ha puesto cara y nombre a los gustos de miles de jóvenes en nuestro país, que se identifican con la estética y la música de estos grupos. El género ha creado una comunidad amplia con raíces profundas a la que mueve cada vez que hay un evento. Ni más ni menos que como cualquier estilo musical.