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El cantaor Antonio Fernández Díaz en una imagen de archivoWikipedia

Muere a los 93 años el cantaor Antonio Fernández Díaz ‘Fosforito’

El artista, Llave de Oro del Cante, ha muerto como resultado de una infección

El cantaor Antonio Fernández Díaz, conocido artísticamente como ‘Fosforito’, ha fallecido este jueves en Málaga a los 93 años. Así lo ha confirmado a la agencia Efe su hijo, Alejandro Fernández, quien ha explicado que el cantaor, uno de los grandes referentes del flamenco, ha muerto a causa de una infección.

El artista se encontraba ingresado en el Hospital Regional Universitario de Málaga, donde había sido hospitalizado el miércoles tras un agravamiento de su estado de salud. Apenas un mes antes, ‘Fosforito’ había sido sometido a una intervención quirúrgica de tipo cardíaco, de la que inicialmente había logrado recuperarse. Sin embargo, en los últimos días su situación se deterioró, hasta desembocar en su fallecimiento.

Nacido en Puente Genil (Córdoba) en 1932, Antonio Fernández Díaz fue una figura capital del cante flamenco durante buena parte del siglo XX y principios del XXI. Su trayectoria estuvo jalonada de reconocimientos, entre los que destaca la Llave de Oro del Cante, máxima distinción en el mundo del flamenco y que solo han recibido un reducido número de artistas a lo largo de la historia. Este galardón lo recibió en 2005, en un acto solemne celebrado en Córdoba, en presencia de algunas de las principales figuras del arte jondo.

A lo largo de su extensa carrera, ‘Fosforito’ fue considerado uno de los maestros del cante clásico, especialmente valorado por su dominio de los estilos tradicionales y por su profundo conocimiento de los cantes básicos.

Su capacidad para transmitir la emoción desde una ortodoxia rigurosa, pero sin renunciar a la creatividad, le valió el respeto unánime del mundo flamenco, tanto entre críticos como entre sus propios compañeros de profesión.

Además de su brillante faceta artística, Antonio Fernández Díaz fue también un estudioso del flamenco, un defensor de la pureza del cante y un referente para generaciones posteriores. Su legado permanece vivo en grabaciones, recitales memorables y en la huella que dejó como maestro en numerosos artistas contemporáneos.

Con su muerte, desaparece una de las últimas grandes voces del flamenco clásico, una figura que contribuyó decisivamente a consolidar el cante como una de las expresiones culturales más reconocidas de la identidad española.

La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de condolencias en el ámbito artístico y cultural, donde se le recuerda como un pilar del arte jondo y un símbolo de autenticidad.

La pérdida de ‘Fosforito’ marca el cierre de una etapa fundamental del flamenco, que le debe algunas de sus páginas más elevadas. Su memoria quedará ligada para siempre al compás de una tradición que él supo encarnar con sabiduría, dignidad y profundidad.