¿Cuánto costará descolonizar los museos de América y Antropología y convertirlos en referentes del sanchismo?

El Ministerio de Cultura va a emprender un ambicioso programa de transformación de los Museos de Antropología y de América (ambos en Madrid) para renovarlos y actualizarlos a los criterios museográficos actuales.

O esa es, al menos, la premisa. La realidad es que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun y el gobierno de Sánchez van a emplear ambas instituciones como proyecto piloto para instaurar en los museos estatales españoles un discurso ideológico con el que adoctrinar en las premisas izquierdistas a la población.

El Ministerio pretende que estos dos museos, dos de los museos estatales con menos visitas, se sitúen como dos de los museos más exitosos de España. ¿Acaso piensa el ministro que las masas de visitantes acudirán atraídos por el discurso ideológico de sello monclovita? A tenor del proyecto expuesto, parece ser que sí.

Según ha anunciado el mismo Ministerio de Cultura, el Museo de Antropología va a renunciar al carácter científico con el que se concibió en el siglo XIX para priorizar el discurso ideológico en línea con las prioridades de la agenda sanchista.

¿Y cuánto costará implementar este nuevo discurso en las colecciones del Museo de Antropología y el Museo de América?

Según informó el propio Ministerio de Cultura, «se prevé el inicio de la licitación en diciembre de 2025, por un importe estimado de 4,4 millones de euros».

Mientras que en el caso del Museo de América, «se prevé el inicio de la licitación en marzo de 2026 (…) con un importe estimado de 9,2 millones de euros».

Los nuevos criterios expositivos del Museo de Antropología serán el extrativismo entendido como la expoliación de recursos naturales, el esclavismo y los sistemas de dominación.

En este último apartado se incluye la evangelización como práctica a condenar. No así, por poner otro ejemplo, la expansión militar del islam a lo largo de la historia y que continúa en la actualidad por medio de las actividades terroristas de grupos yihadistas. Véase, por ejemplo, la expulsión de comunidades cristianas de sus tierras en Nigeria. O la imposición del comunismo en medio mundo, por poner otro ejemplo.

Pero es que, incluso, se cita «la generación del conocimiento científico» como sistema de dominación, toda una paradoja en un museo científico.

La sostenibilidad, la identidad o las migraciones serán también elementos centrales del nuevo Museo de Antropología. Además, se incluirá la ideología de género en el recorrido del museo con un apartado titulado «Identidades de género y estereotipos».

En cuanto al Museo de América, la nueva exposición permanente busca «mostrar la pluralidad de las culturas americanas y sus movimientos históricos».

Para ello, abordará su discurso expositivo «desde una perspectiva decolonial, antirracista, intercultural y contemporánea».

La reforma tiene, en todo momento, un enfoque de autoodio y de rechazo a la civilización europea, y lo resume con la frase de que el objetivo es «cuestionar y superar el eurocentrismo que se encuentran en las raíces de la formación histórica de ambos museos».

Entre las carencias que, según Urtasun, padecen ambos museos están la ausencia de una perspectiva de género o referencias a la esclavitud, así como unos supuestos «sesgos de exotismo y lejanía».

Argumenta el Ministerio de Cultura que estas transformaciones son necesarias para adecuar estas instituciones «a las necesidades de la sociedad contemporánea».