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El ministro de Cultura, Ernest Urtasun

El ministro de Cultura, Ernest UrtasunEuropa Press

Urtasun suma el Círculo de Bellas Artes a su red de trincheras ideológicas para la batalla cultural

El Ministerio de Cultura interviene en la financiación del Círculo de Bellas Artes con la excusa de una supuesta reducción de la aportación de la Comunidad de Madrid

La tupida red de trincheras tejida con paciencia por el ministro Ernest Urtasun, y sus antecesores en el Ministerio de Cultura, ha sumado un nuevo buque insignia: el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Son varias las instituciones culturales que, de un modo u otro, han ido cayendo en bajo la órbita de Moncloa construyendo una formidable fortificación ideológica con la que dar la batalla cultural.

Desde que Sánchez se ha instalado en la Moncloa, hemos visto cómo primero el Instituto Cervantes, el Ateneo de Madrid, los museos estatales y, ahora, el Círculo de Bellas Artes, han sido concienzudamente colonizados por los peones del gobierno.

Ahora el gran muro que se está tratando de asaltar es el de la Real Academia Española, que hasta ahora ha resistido a los envites del sanchismo y ha logrado mantener su independencia.

Pero ahí está el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, cual comisario político tratando de doblegar a los académicos con un vergonzoso ataque personal hacia su director, Santiago Muñoz Machado.

El Ministerio de Cultura difundió un comunicado en el que –además de demostrar nuevamente que la lealtad institucional con independencia del signo político no es su fuerte– anunció un aumento de su aportación anual al Círculo de Bellas Artes hasta llegar a los 300.000 euros.

Justifica el Ministerio este aumento de la financiación en una reducción de la financiación por parte de la Comunidad de Madrid.

Además, el ministro Urtasun acusó a la Comunidad de aplicar la censura al Círculo de Bellas Artes y presumió de que el Ministerio «combate» esa censura.

Más allá de la contradicción de presumir de combatir la censura al mismo tiempo que el Ministerio censura el Premio Nacional de Tauromaquia y condena al ostracismo a escritores y creadores culturales que no son de la cuerda sanchista, la justificación es una mera excusa para asegurarse la lealtad de una de las instituciones culturales más señeras de Madrid.

Sin embargo, la Comunidad de Madrid, por medio de su consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, ya desmintió que la Comunidad haya reducido la financiación y señaló que lo que hubo fue un cambio de modelo que implicaba financiar por proyectos.

Pero para el gobierno la verdad, una vez construido el relato, es lo de menos. Han encontrado en ese cambio de modelo la excusa para intervenir en el Círculo de Bellas Artes y no han dejado pasar la oportunidad. Porque, en definitiva, ese aumento de financiación es una suerte de intervención por la puerta de atrás: para el sanchismo, quien paga, manda.

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