Los Mossos d'Esquadra investigan desde este domingo la más que posible sustracción de dos pequeñas obras del pintor catalán Salvador Dalí.
La policía autonómica catalana recibió el aviso a las 17:15 desde una casa del barrio de Sarrià-Sant Gervasi, denunciando que alguien había entrado y se había llevado los cuadros.
Al llegar al inmueble, los agentes comprobaron que el acceso a la vivienda estaba forzado, de ahí que la División de Investigación Criminal (DIC) haya iniciado las pesquisas para esclarecer los hechos y confirmar la autenticidad de las obras robadas.
Según los expertos, los dibujos son Les sardanes de festa major y Vi ranci, dos carboncillos sobre papel pintados por un jovencísimo Dalí, a la edad de dieciocho años. Aunque ni la Fundación Dalí ni la Policía han querido hacer una valoración económica de las obras robadas, la familia, según fuentes cercanas, ha asegurado que cada una de las obras está valorada en unos 300.000 euros.
Las obras forman parte de un grupo de cuatro ilustraciones hechas en 1922 para la edición de lujo del libro Les gràcies de l'Empordà del político y escritor ampurdanés Pere Corominas (Barcelona, 1870-Buenos Aires, 1939), que nunca se llegó a publicar.
Sea casual o no, los dibujos forman parte del trabajo artístico del excéntrico pintor justo hace cien años, durante su estancia en la Residencia de Estudiantes para empezar sus estudios de arte en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y donde coincide con celebridades como Federico García Lorca, Luis Buñuel, Maruja Mallo. Después, fue expulsado de la academia, por afirmar que no había nadie en ésta con la altura suficiente para examinar su arte. Ya en 1926, se manifiesta la maestría de los recursos pictóricos del artista, en los que se ve la influencia de Velázquez, Rafael, Bronzino o Vermeer, y su capacidad innata para el espectáculo y el negocio del arte.
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