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05 de mayo de 2024

El Ángelus, obra de Jean-François Millet

El Ángelus, obra de Jean-François Millet

La obsesión de Dalí y el atentado en el Louvre: la historia de 'El Ángelus' de Millet

El 10 de agosto de 1932 el cuadro fue acuchillado por un visitante que más tarde confesaría que a la hora de perpetrar el atentado había dudado entre varias obras

Sonaba el repiqueteo de las campanas que marcan las 12 de la mañana. Una pareja de campesinos interrumpe su trabajo en el campo para rezar el Ángelus, la oración que recuerda el saludo del ángel a la Virgen María en la Anunciación, poniendo en cada palabra sus fatigas y preocupaciones. Abandonándose en ese «hágase en mí según tu palabra» y confiando como María en la voluntad del Padre. Esta escena, antaño cotidiana, la recoge a la perfección el pintor realista francés Jean F. Millet, quien refleja un recuerdo de infancia.
«'El Ángelus' es un cuadro que he realizado pensando en cómo, trabajando antaño en el campo, mi abuela no se le escapaba, cuando oía tocar la campana, de hacer que nos detuviéramos en nuestra labor para rezar el ángelus para estos pobres muertos», recuerda el propio Millet en 1865. La personalidad de Millet destacaba por su humildad y por el amor a sus raíces campesinas: su intención era captar los ritmos inmutables de la vida campesina de una forma sencilla y poniendo el acento en esta breve pausa, en este momento de respiro.
Por ello, tal vez su obra más significativa es El Ángelus, pintado entre 1857 y 1859 que pasó por varias colecciones antes de recalar en el Louvre, donde permanecería desde 1909 hasta 1986 y donde el 10 de agosto de 1932 su lienzo aparecería rajado. El cuadro fue acuchillado por un visitante que más tarde confesaría que a la hora de perpetrar el atentado había dudado entre varias obras. Entre ellas se encontraban la icónica Gioconda de Leonardo da Vinci y el Embarque para Citerea de Watteau.
Que se decantara finalmente por El Ángelus, tal vez confirma que, ésta es una obra que provoca en el espectador sentimientos distintos y propios. Salvador Dalí fue otra de las personas que se sintió interpelada por el cuadro hasta el punto de escribir un ensayo y realizar sus propias interpretaciones pictóricas. El artista español, uno de los máximos representantes del surrealismo, afirmaba que El Ángelus se había convertido para él en la «obra pictórica más íntimamente turbadora, la más densa».

Lo que ocultaba el cuadro

En los años 30, Dalí escribió El mito trágico de 'El Ángelus' de Millet, una obra que permaneció perdida más de dos décadas. Fue publicada en Francia en 1963 y en España a finales de los 70. En ella Dalí postulaba que Millet había pintado entre los dos personajes el ataúd de su hijo muerto, y que posteriormente lo había tapado porque la imagen podía resultar demasiado dura para los gustos del público burgués de la época.
Convencido de que estaba en lo cierto pidió de forma insistente a la pinacoteca francesa que realizase un estudio radiográfico del cuadro. El Louvre accedió a la petición del artista español y tras el análisis se descubrió que a los pies de la mujer aparecía una masa oscura que según Dalí se trataba del ataúd del infante ante el cual los dos protagonistas se encuentran rezando.
«A 'El Ángelus' de Millet», señala el pintor en su estudio, en el que somete el cuadro a su método paranoico-crítico, abundando en interpretaciones oníricas, psíquicas y sexuales, «asocio todos los recuerdos precrepusculares y crepusculares de mi infancia, considerándolos como los más delirantes, o dicho de otro modo (comúnmente hablando), los más poéticos».
Los padres de Dalí tuvieron un hijo primogénito llamado Salvador que murió a los tres años de edad debido a una meningitis, al nacer el segundo hijo, quisieron llamarle igual que el que acababa de fallecer: más tarde éste se convertiría en uno de los máximos representantes del surrealismo. Según relatan varias biografías del genio español, los padres le llevaron cuanto tan solo tenía cinco años a visitar la tumba de su hermano fallecido. Allí, en un momento de la conversación le contaron que él era la reencarnación del niño fallecido, un hecho, cuando menos anecdótico que marcó para siempre la vida de Salvador Dalí y por el que incluso llegó a sufrir fuertes crisis de personalidad.

Reminiscencia Arqueológica Del Angelus De Millet

Cuando Dalí confirmó su hipótesis, su perturbación llegó al máximo y el tema fue motivo de diversas reinterpretaciones por parte del artista: pinturas, dibujos, bocetos y estudios en los que Salvador Dalí puso a prueba su método paranoico-crítico.
Su interés, fascinación y obsesión por el cuadro cada vez fue en aumento hasta el punto de verlo en todas partes porque le recordaba la historia de su hermano muerto: lo veía en paisajes, en sus sueños emergía de su subconsciente, la escena aparecía una y otra vez latente y enigmática. Utilizando el método paranoico-crítico, por el cual Dalí a través del delirio o la paranoia podía llegar al conocimiento de lo irracional y posteriormente reflejarlo en el mundo real, pinta Reminiscencia Arqueológica del Angelus de Millet.
Reminiscencia Arqueológica Del Angelus De Millet, obra de Salvador Dalí

Reminiscencia Arqueológica Del Angelus De Millet, obra de Salvador Dalí

Con esta reinterpretación, Dalí quiso indagar, como en gran parte de su obra, sobre su propia experiencia personal, aunque el cuadro de Millet fue una obsesión que arrastraría consigo durante la mayor parte de su vida.
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