Los miembros de Abba reales han asistido al estreno de su concierto virtual en Londres,.
ABBA actúa en directo a través de un avatar y abre el gran negocio de las resurrecciones musicales
El concierto ABBA Voyage permite disfrutar de los grandes éxitos del grupo como si hubieran vuelto a reunirse, vestidos de Dolce & Gabbana y más bailones que nunca
La apertura del espectáculo ABBA Voyage es sin duda un acontecimiento que ha estado rodeado de todo el secretismo publicitario posible, ya que uno de los misterios de los últimos años es el de cómo volver a disfrutar de una actuación del célebre grupo, después de tantos años de su separación.
El efecto visual es realmente asombroso. Mirando las cuatro figuras en el escenario, es casi imposible decir que no estás viendo seres humanos. De vez en cuando, se percibe un aire como de videojuego en las pantallas gigantes a ambos lados del escenario, pero toda la atención está continuamente atraída por los avatares de tamaño natural que se desenvuelven de una manera tan humana.
Un espectáculo casi real
Vestidos con diseños de Dolce & Gabanna, que han reelaborado de una manera excepcional el guardarropa de la banda, y les hace aparecer con una elegancia nunca desplegada antes por ellos, el espectador puede ver cómo se miran tristemente entre los músicos durante The Winner Takes It All, pronuncian discursos cursis entre canciones y protestan contra los jueces que les dieron puntos nulos en el Festival de Eurovisión de 1974. Incluso hay pausas en el concierto, generalmente cuando la acción cambia de los avatares a imágenes más sencillas, para poder hacer una visitar al bar o al excusado.
La lista de canciones se reduce a los grandes éxitos esperados por el público: Waterloo, SOS, Knowing Me Knowing You, con un claro sentido comercial y diseñado para que funcione en varios países a la vez.
Para cuando el programa llega a su final con Thank You For The Music seguido de Dancing Queen, cualquier sensación persistente de que no estás en presencia de Abba se ha disipado, y es difícil no imaginar que otros artistas sigan su ejemplo y revivan las glorias reales del pasado, a través de actuaciones y apariciones virtuales que llenen de nuevo la cartera.
¿Volver a ver a Queen?
A propósito de esta tentación, Ulvaeus ya ha lanzado una advertencia a cualquiera que planee seguir el camino de Abba para resucitar a una estrella fallecida: «Es mejor hacerlo con alguien que esté vivo, porque… las medidas en el cráneo son las mismas». Pero no creemos que los supervivientes de grupos como Queen o The Beatles, piensen lo mismo frente al negocio que les espera.
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