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25 de abril de 2024

El cantante Nick Cave, en un ferrotipo

El cantante Nick Cave, en un ferrotipoGtres Online

Nick Cave se abre en un libro sobre la muerte de sus hijos: «La búsqueda de Dios es mi mayor motivación como artista»

El músico, junto al escritor Seán O'Hagan, publica un libro, Faith, Hope and Carnage (Fe, Esperanza y Carnicería), sobre cómo la pérdida ha afectado a su forma de componer y la amabilidad de los extraños le ha ayudado a salir adelante

Tras la muerte de su hijo Arthur en 2015, Nick Cave recuerda haber experimentado una inesperada oleada de energía. «Es algo que he notado en mucha gente que está atravesando un duelo», le dice al periodista Seán O'Hagan en una de las entrevistas que componen su nuevo libro, Faith, Hope and Carnage. «Es lo que espero que exista en los dos últimos discos que hemos hecho: una audacia frente a las cosas, una especie de rechazo temerario a someterse a la condición del mundo».
Tras la muerte de su hijo mayor, Jethro, de 31 años, a principios de este año, las palabras de Cave están impregnadas de una connotación aún mayor: la búsqueda de respuestas, o simplemente las preguntas abiertas, han atravesado al músico, escritor y actor australiano desde entonces.
Dividido en capítulos vagamente temáticos, que comienzan en 2020 y se extienden hasta 2022, este fenómeno editorial condensa 40 horas de conversación entre el músico y el periodista en menos de 300 páginas de diálogo.
' Faith, Hope and Carnage', el libro de Nick Cave y Seán O'Hagan

' Faith, Hope and Carnage', el libro de Nick Cave y Seán O'Hagan' Faith, Hope and Carnage', el libro de Nick Cave y Seán O'Hagan

La muerte de Arthur, que se produjo al caer accidentalmente por un acantilado tras haber consumido LSD, es un hilo conductor que atraviesa toda la publicación «La pérdida de mi hijo es una condición, no un tema», afirma Nick Cave. «Lo empapa todo». A lo largo de la conversación con el periodista, también amigo, que se produjo principalmente a través de llamadas telefónicas durante la pandemia, ambos trazan juntos cómo la muerte ha influido en sus tres últimos álbumes: Skeleton Tree (2016) y Ghosteen (2019), que conducen al lanzamiento de Carnage en 2021 antes de llegar finalmente a la incursión de Cave en el arte visual después de una carrera dedicada principalmente a las letras y a la literatura. «La idea vino a mí casi formada por completo: hacer una serie de figuritas basadas en el Diablo que fueran de naturaleza meditativa, muy parecidas al Vía Crucis», confiesa.

La religión, cada vez más explícita

Aunque la religión siempre ha preocupado a Nick Cave, como él mismo ha confesado en diversas ocasiones, su indagación personal se ha incrementado, como es lógico, con la pérdida de sus dos hijos. Cada vez más, el sentimiento religioso se está convirtiendo en un tema más explícito de su música. «Pienso en Ghosteen como un disco religioso, porque se ocupa de la lucha humana... la necesidad de, de alguna manera, trascender nuestro sufrimiento», dice.
También habla explícitamente de Dios a menudo a lo largo del libro. «Estaba releyendo tu conferencia 'La vida secreta de la canción de amor', de 1998», le dice O'Hagan en un momento dado, inquiriéndole sobre su búsqueda de la divinidad. «La actualización de Dios a través de la canción de amor sigue siendo mi principal motivación como artista», explica Nick Cave, que explica cómo las canciones tienden a ser religiosas «en el sentido más amplio».
«Mis canciones se comportan como si Dios existiera. Esencialmente, defienden la creencia en sí misma, aunque a veces sean ambivalentes e inconsistentes sobre la existencia de Dios. Supongo que, en última instancia, lo que trato de hacer es proponer la idea de que estar vivo tiene alguna importancia. Que tenemos algún valor espiritual».
Aunque sus meditaciones sobre la moral y la música son universalmente relevantes, nadie sacará más provecho del libro que los devotos de Nick Cave. Incluso los neófitos hallarán placer en sus capítulos, que incluyen títulos como Ensimismamiento, Curación o Vulnerabilidad.

En defensa de la ambigüedad

Nick Cave se aleja también del discurso woke, de la corrección política y de ser y decir lo que se espera de él. Por ello, su compromiso con la ambigüedad roza la radicalidad en el contexto de un discurso público cada vez más blanco y negro: la suya es una visión del mundo vigorizada por la duda en lugar de minada por ella. «Cuanto más inamovibles son las creencias de alguien, más disminuidas parecen estar», dice. «El dogmatismo beligerante del momento cultural actual es un ejemplo de ello. Un poco de humildad no vendría mal».
Nick Cave junto a su mujer, Susie Bick, y su hijo Earl en una gala en Los Ángeles en 2019

Nick Cave junto a su mujer, Susie Bick, y su hijo Earl en una gala en Los Ángeles en 2019Gtres Online

Del amor al dolor, Fe, esperanza y carnicería es tanto una historia de transformación personal como de proyección e indagación musical. «Como joven músico, sentía que era mi deber sagrado ofender», dice Cave, y añade: «Ya no visito ese extremo brutal de mi naturaleza tan a menudo». De hecho, confiesa el australiano que, tras la muerte de su hijo Arthr en 2015, fue abrumador cómo la gente, especialmente sus fans, se volcaban con él. «Me salvaron la vida. (...) Lo que recuerdas al final son los pequeños actos de bondad, 'el pequeño pero monumental gesto'», explica mientras recuerda cómo, en su primera salida tras el fallecimiento, la camarera del lugar en el que solía comer en Brighton no le dijo nada pero sí le apretó levemente la mano. «Fue un acto de amabilidad silencioso. El más simple y el más elocuente de los gestos, pero, al mismo tiempo, significó más que todo lo que cualquiera había tratado de decirme, ya sabes, por el fracaso del lenguaje ante la catástrofe. Ella deseaba lo mejor para mí en ese momento. Fue un acto de compasión sin palabras».
Faith, Hope and Carnage ofrece una mirada reflexiva y generosa a la vida interior de un artista que ha alimentado una producción innegablemente extraordinaria, si bien él mismo reconoce que su trayectoria ha cambiado de manera ineludible. «Aunque definitivamente hay un número de fans mayores descontentos que desean que vuelva a escribir las llamadas canciones 'adecuadas', no creo que eso vaya a ocurrir pronto». En El Debate nos gusta el nuevo e introspectivo Nick Cave.
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