La Joven Orquesta de Valladolid estrena en Viena unas obras de Antonio Salieri no interpretadas desde 1803

Coetáneo de Wolfgang Amadeus Mozart, el italiano Antonio Salieri se convirtió en un compositor admirado por el público a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Vivió 50 años en Viena, donde trabajó como compositor de la Corte y fue maestro de Ludwig van Beethoven y Franz Schubert. A su muerte, en 1825, el compositor fue despedido con honores en la Minoritenkirche, la segunda iglesia más antigua de Viena y catedral de los italianos, al son del Réquiem que él mismo compuso para su entierro. Ahora, cuando se cumplen 200 años de su fallecimiento, la capital austriaca ha preparado un ciclo de actividades en homenaje al destacado autor.

Entre otras, este sábado se realizará en el mismo escenario que acogió su funeral el estreno en tiempos modernos en Viena de algunas piezas de su emblemática obra Jesús en el limbo. Se trata del aria del Arcángel San Gabriel, que desde su estreno en 1803 no ha vuelto a sonar en la ciudad, y de la cantata por la boda del Emperador Francisco I, que fue compuesta por Salieri para ser tocada en el enlace del soberano con María Luisa de Habsburgo-Lorena en 1808. Además, en el concierto también se podrá escuchar la última ópera escrita por el compositor, La bella salvaje, que dejó terminada pero que nunca se interpretó.

Los artífices de la recuperación y puesta en escena de las notas de Salieri no son otros que la Joven Orquesta Sinfónica de Valladolid (JOSVa), bajo la dirección de Ernesto Monsalve, quienes tocarán las piezas acompañados de la solista Lucía Castelló, soprano valenciana afincada en Viena, y de las voces del Henry Purcell Kammerchor. «Setenta y cinco intérpretes en total que darán vida a este especial concierto de música con tintes protorrománticos», expresa el director de orquesta y experto en Salieri.

«Se trata de un programa dedicado a Salieri íntegramente y el espacio donde va a realizarse es muy significativo. La Minoritenkirche, además de acoger el funeral del compositor, es la iglesia donde se radica la congregación italiana en Viena. Salieri era miembro de la congregación e intercedió ante José II para que concediera este espacio a los italianos», explica Monsalve. El especialista en Salieri desvela que la cantata por la boda del emperador Francisco I va a suponer un «estreno absoluto en tiempos modernos, de las referencias que podamos tener».

Los asistentes al concierto conocerán, además, la única obra que Salieri compuso junto a Mozart, la cantata Por la recuperada salud de Ofelia, que se descubrió en 2015. «Hasta 2015 solo se tenía conocimiento de la existencia de esta partitura por varios anuncios que aparecieron en septiembre y octubre de 1785 en el periódico vienés Wienerblätchen. En ellos se anunciaba la venta de una insólita partitura, que era una producción conjunta entre los tres maestros de orquesta Mozart, Salieri y un desconocido Cornetti para celebrar la feliz recuperación de la entonces virtuosa cantante Madame Storace, que había perdido la voz. Finalmente, la partitura acabó en el museo checo de Música de Praga y allí fue donde se encontró, según cuenta Timo Jouko Hermann en la edición de 2016», relata la cantante y solista de esta pieza.

Así, el concierto de los españoles en Viena se muestra como una oportunidad única para conocer más a fondo la obra del compositor italiano.

Dentro del programa de actos, además, los músicos españoles no solo rendirán tributo al maestro interpretando algunas de sus obras sino que además, han acudido este viernes al cementerio central de la ciudad para realizar una ofrenda floral en la tumba del compositor italiano. Finalmente y horas antes del concierto visitarán la villa Otto Wagner, a las afueras de Viena, que fue financiada por la fortuna de Salieri tras su deceso. «Otto Wagner fue el sobrino nieto de Salieri y el heredero de su fortuna. Gracias a ella se convirtió en el arquitecto más importante de Viena», relata Monsalve, quien concluye por todo lo expuesto que «Salieri es una figura que Viena debe recordar».