Este jueves 29 de septiembre se ha presentado Prisma en el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. Una danza dedicada a la memoria de las víctimas del terrorismo que busca homenajear a los damnificados de los atentados. El director del centro, Florencio Domínguez, junto al ayuntamiento de Vitoria Gasteiz y la concejala-delegada de Educación y Cultura, Estíbaliz Canto, han presentado la obra.
La pieza tratará sobre las distintas fases del proceso que atraviesa la víctima del terrorismo: la negación, la superación, el dolor, la fortaleza y la aceptación. La premisa del espectáculo es la de ser luminosa, sugerente y empática.
De la coreografía de la danza está encargada la compañía Metamorphosis Dance, dirigida por la bailarina guipuzcoana Iratxe Ansa y el bailarín italiano Igor Bacovich. Lo describen como una experiencia sensorial que envuelve al espectador a través de la música, la iluminación y por supuesto la coreografía.
Los dos artistas han puesto mucho ímpetu en el manejo de la luz y han investigado, junto con expertos, su efecto sociológico para alcanzar los efectos queridos. El espectáculo recorrerá todo el camino que tiene que hacer la víctima: la negación del suceso, la ensoñación dentro de la soledad, la locura, la tristeza y, por último, la aceptación y superación de lo trágico.
En la puesta en escena se empleará un juego de espejos junto a la interacción de las luces y sombras que forman las siluetas de los seis bailarines y que expresarán los momentos vitales de los protagonistas.
Desde la fundación hablan de esta práctica como algo habitual en sucesos de terrorismo. Ponen de ejemplo a Colombia y en Perú donde han sufrido los efectos del terrorismo durante años. Las obras artísticas y culturales han servido siempre como un recurso de reconocimiento y defensa de la memoria de las víctimas.
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