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19 de mayo de 2024

Sergio Garcia celebra su victoria en el Masters de Augusta durante la ceremonia de la chaqueta verde

Sergio Garcia celebra su victoria en el Masters de Augusta durante la ceremonia de la chaqueta verdeGTRES

La Superliga del petróleo saudí que amenaza con destruir el mundo del golf

Sergio García o Dustin Johnson son dos de los nombres conocidos que se embarcan en el nuevo circuito ideado y financiado por el príncipe Mohamed bin Salman y que empieza el 9 de junio en Londres

La Superliga es un hecho. La de golf. Y va a caer para dejar un gigantesco bunker, el terror de los greens, en el circuito estadounidense y el europeo: el golf de toda la vida. Sergio García es uno de los rebeldes. También Dustin Johnson, Graeme McDowell o Lee Westwood.
Una auténtica guerra civil en el golf de campeones contra campeones. Jack Nicklaus, el máximo ganador de Majors en la Historia, rechazó 100 millones de dólares para convertirse en el Notario Real del nuevo reino del petróleo asiático, el Fondo de Inversión Público de Arabia Saudí (PIF) a través de LIV Golf Investments (LIVGI), que cuenta con 10.000 millones de euros para ponerse en marcha.
Dustin Johnson, Graeme McDowell y Ratchanon "TK" Chantananuwat en la rueda de prensa del primer torneo de las LIV Golf Invitational Series en el Centurion Club in St Albans, en el norte de Londres

Dustin Johnson, Graeme McDowell y Ratchanon «TK» Chantananuwat en la rueda de prensa del primer torneo de las LIV Golf Invitational SeriesAFP

Un dinero al que no se han resistido otros jugadores como el mismo Dustin Johnson, ganador de dos grandes y antiguo número uno, quien a pesar de comprometerse en medio de la polémica con el PGA Tour, finalmente decidió sumarse a la nueva partida por 125 millones, una cantidad similar a la que percibirá Bryson DeChambeau. Más sonora fue la primera andanada que provocó el apartamiento de Phil Mickelson del circuito (el estadounidense y el europeo [que rechazó el ofrecimiento del Asian Tour, germen de la Superliga] se asociaron en un verdadero movimiento de guerra para los libros de historia) con los primeros ecos importantes de la nueva competición representada por el jeque y propietario del Newcastle inglés, Mohamed bin Salman:
«Son unos hijos de puta (dijo Mickelson en referencia a los promotores saudíes) con los que da miedo involucrarse. Sabemos que mataron a Khashoggi y que tienen un historial horrible en materia de derechos humanos. Allí ejecutan a gente por ser gay. Sabiendo todo esto, ¿por qué iba a considerarlo? Porque esta es una oportunidad única en la vida para remodelar el funcionamiento del PGA Tour, que es una dictadura que utiliza el divide y vencerás porque saben que los intereses de los jugadores top no son los mismos que los del resto».
Tiger Woods y Phil Mickelson durante una práctica en Augusta

Tiger Woods y Phil Mickelson durante una práctica en AugustaGTRES

Esto lo escribió el ganador de seis torneos grandes (el último el año pasado a los 50 años, convirtiéndose en el campeón de más edad en un Major) en su biografía (por lo que luego se disculpó), produciendo la auténtica declaración de guerra: el asesinato del archiduque Francisco Fernando del PGA. Los cuatro millones de dólares para el ganador del Centurion Golf Club de Londres, el primer torneo de la «oportunidad única», según Mickelson, que empieza el 9 de junio, suponen 400.000 dólares más de los que se embolsa el vencedor en The Players, el torneo clásico de mayor cuantía del viejo circuito: la causa final del cisma.

Jon Rahm, en contra

Scottie Scheffler, el último ganador en Augusta, ganó 2,7 por ponerse la chaqueta verde. El PGA Tour envió una carta a sus jugadores prohibiéndoles participar en los torneos de la Superliga ante la potente amenaza dineraria, que finalmente ha servido de poco en algunos casos notables, como el de Johnson o García. Jon Rahm declaró mantenerse fiel al PGA, «de momento»: «El problema va a ser cuando alguien que no esté ni entre los 150 primeros del mundo gane cuatro millones...».
Jon Rahm levanta su trofeo del US Open en 2021

Jon Rahm levanta su trofeo del US Open en 2021GTRES

Tiger Woods afirmó creer «en lo que hicieron Jack (Nicklaus) y Arnold (Palmer) creando nuestro circuito. Hay un legado en eso», dijo. El mismo sentido, el del bando de la historia, en que se manifestó Rory McIlroy: «No creo que los participantes sea nada del otro mundo», a pesar de entender los motivos por los que algunos jugadores se van al otro lado. «Ahora no juego por dinero, pero algunos chicos están en una posición en la que no tienen garantizado un trabajo el próximo año. Si alguien llega y te dice: ‘te garantizamos este dinero por tres años’... Yo no lo haría, pero hay que intentar ponerse en la situación de los demás».

Ocho torneos de tres días

Ocho torneos conforman la Superliga en Londres, Portland, Bedminster, Boston, Chicago, Bangkok, Yedda y Miami en los que participarán 48 jugadores en 12 equipos. Mickelson, finalmente, es el último gran tapado participante y, con la renuncia de Nicklaus, Greg Norman es el director y la imagen del nuevo circuito en el que se va a jugar de modo individual y por equipos, con tres días y 54 hoyos de duración por torneo. Ocho torneos que se prevé que sean diez el año que viene y catorce el siguiente. Una multiplicación imparable: las cifras por doquier que amenazan con sepultar el golf tal y como se le conoce.
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