La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, atiende a la prensa antes de la salida de la última etapa de La Vuelta
Ayuso lamenta el triste «boicot» de La Vuelta mientras la extrema izquierda jalea su suspensión
Momentos después de que la última etapa de La Vuelta a España fuera suspendida, tanto el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la eurodiputada de Podemos, Irene Montero
No son semanas fáciles para el deporte en España. La continua campaña de desprestigio que ha recibido el ciclismo en España, fomentada y jaleada por el propio presidente del Gobierno, adquiría un inédito matiz este domingo.
A tan solo 50 kilómetros de la meta, cientos de manifestantes propalestinos irrumpían en las principales calles del país con una única motivación: reventar La Vuelta a España. Los distintos alborotadores contrarios a la participación del equipo Israel Premier Tech cortaban a las seis de la tarde la carretera en Callao, Atocha y Cibeles, provocando la suspensión definitiva de la última etapa.
Ni la actuación policial, ni la voluntad de los deportistas de continuar con la última etapa ha sido suficiente para frenar la acción de la extrema izquierda.
Si hace tan solo unas horas Pedro Sánchez calificaba de «orgullo» las acciones de los manifestantes propalestinos en La Vuelta, esas palabras no parecían ser suficientes para los distintos miembros de Podemos. La eurodiputada Irene Montero cargaba contra el líder del Ejecutivo español por el control policial desplegado en las calles de la capital española.
Manifestantes propalestinos en Atocha
«Así admira Pedro Sánchez al movimiento de solidaridad con Palestina», señalaba la eurodiputada en la red social X. Por su parte, el exvicepresidente y exsocio de Sánchez, Pablo Iglesias, volvía al ojo mediático para cargar directamente contra la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
«Ayuso acude a la última etapa de La Vuelta a apoyar al equipo sinonista Israel Premier-Tech. Al mismo tiempo se está empleando gas lacrimógeno contra los solidarios con Palestina. Los comentaristas parecen de la TVE de Urdaci. Regalar este espacio a la derecha se paga caro», exponía Iglesias minutos después de que la propia mandataria calificara lo sucedido en La Vuelta de «boicot».
«Cuando el presidente de la Nación jalea el boicot contra la Vuelta Ciclista a España, en su propia capital, se convierte en responsable directo de cada altercado que se produzca. Tanto de si se para la carrera como si hay una sola agresión ¡Qué daño a nuestro deporte y a nuestro país!», detallaba Ayuso en X.
Las palabras de la presidenta madrileña eran acompañadas de las del alcalde de la ciudad. También a través de la red social X, José Luis Martínez-Almeida, ha señalado directamente a Pedro Sánchez como principal instigador de este violento episodio.
«Han conseguido reventar la última etapa de la Vuelta y dar una imagen bochornosa de nuestro país», lamentaba el alcalde.
Almeida ha señalado desde Cibeles que «se ha tirado ciclistas a la calzada, se les ha empujado a la calzada a varios ciclistas, se ha inundado las calles de chinchetas y de cristales para que los ciclistas no pudieran pasar y en su caso, que si pasaban, que tuvieran peligro para su integridad». También ha afeado que algunos vayan a celebrar lo sucedido «como un triunfo, incluyendo el presidente del Gobierno».
En este punto, ha señalado que Sánchez es, a su parecer, «directo responsable de lo que ha pasado y de lo que puede pasar en las calles de Madrid todavía». Asimismo, ha afeado al presidente sus «irresponsables declaraciones incitando a los manifestantes» sabiendo que la ciudad estaba «blindada» y que estaban «preocupados».
El «orgullo» de la izquierda radical
Por su parte, el Secretario de Organización y Portavoz de Podemos –y principal alentador de los tristes sucesos de estos días–, Pablo Fernández, ha manifestado su «orgullo infinito» por ver como «miles de manifestantes consiguen que se cancele la etapa de la vuelta sin llegar al final». De igual manera, la Secretaria General de los 'morados', Ione Belarra ha destacado que lo sucedido hoy es «lo que debería haber hecho el Gobierno hace mucho tiempo».
A pesar de la campaña iniciada por el Ejecutivo y la extrema izquierda, la no reacción que más ha sorprendido es la de la ministra de Deportes, Pilar Alegría, quien únicamente se ha limitado a compartir su presencia en el municipio zaragozano de Remolinos como motivo de las fiestas en honor al Santo Cristo de la Cueva.