Jon Rahm durante su participación en la tercera jornada del Abierto de España de golf
La desesperación de Jon Rahm tras decir prácticamente adiós a su cuarto Open de España
El golfista vasco no estuvo lo suficientemente acertado en el green del 11 y acabó el hoyo con un doble bogey, lo que le hizo pasar de -7 a -5.
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Jon Rahm tiene casi imposible alzar al cielo del Club de Campo Villa de Madrid su cuarto Open de España de golf. Esta afirmación puede resultar, a priori, algo aventurada pero lo vivido este sábado así lo hace pensar.
El vasco fue de más a menos en los 18 hoyos que disputó y entregó la tarjeta con un resultado total de -4 (par en la tercera jornada), que pudo ser mucho mejor si Rahm hubiese estado más fino en los momentos en los que no podía fallar.
El golf se suele decidir por pequeños detalles y el de Barrika perdió la oportunidad de seguir soñando con su cuarto Open de España (con el que superaría a Seve Ballesteros) en el hoyo 11 del recorrido.
En ese momento, Rahm iba -7 y estaba a tan solo dos golpes del liderato, marcado por el suizo Joel Girrbach. Sin embargo, el vasco no estuvo lo suficientemente acertado en el green del 11 y acabó el hoyo con un doble bogey, lo que le hizo pasar de -7 a -5.
Esa situación no le gustó absolutamente nada a Rahm. El vasco sabía que se la había ido una buena oportunidad para seguir en la pelea por el título y, fruto de la frustración, lo primero que hizo fue pegarle una patada a la bolsa en la que tenía el resto de palos mientras el público presente en el Club de Campo trataba de animarle con el típico 'vamos, Jon'.
Así las cosas, Rahm llegará a la jornada del domingo en una situación comprometida y tiene prácticamente imposible poder optar a la victoria final, que podría acabar siendo para el golfista inglés Marco Penge si consigue aguantar la presión el último día y mantener la distancia con sus perseguidores más inmediatos.
Rahm: «He cometido errores estúpidos»
Al poco de acabar su participación en la tercera jornada del Open de España, Jon Rahm acudió a zona mixta, atendió a los medios de comunicación acreditados en el Club de Campo y mostró su decepción.
«Ganar, malamente. A ver si puedo terminar con unos buenos 18 hoyos y acercarme al top diez. El apoyo ha sido incondicional. Una pena que no salgan las cosas. Es muy divertido cuando van bien, pero es casi más doloroso cuando las cosas no van bien. A ver si puedo jugar 18 hoyos sin cometer errores estúpidos, que es lo que he hecho toda la semana. Intentar jugar 18 hoyos sólidos y bien, que es mucho pedir porque el campo está muy difícil», confesó Rahm.