El Real Madrid silencia la Fonteta y levanta su 38ª Liga ACB por la vía rápida

Perdió la Supercopa contra Unicaja en septiembre de 2024. Le pasó lo mismo con la Copa contra el conjunto malagueño y en Euroliga cayó en cuartos de final frente a Olympiacos. Sólo le quedaba la Liga ACB y el Madrid no falló frente a Valencia Basket. El equipo de Chus Mateo evitó la reacción del conjunto naranja y pone fin a una temporada irregular con el título de Liga bajo el brazo (70-81)

La Fonteta de San Luis era una auténtica caldera. La ventaja en la final la tenía el Real Madrid, pero Valencia Basket no había dicho su última palabra y se aferraba al factor cancha para alargar un poco más el alirón del equipo de Chus Mateo y llevar la eliminatoria al cuarto partido.

Se notaba lo que había en juego. Nadie quería fallar y en los primeros minutos se anotaron muy pocos puntos. La precisión brilló por su ausencia en los compases iniciales. Sin embargo, esa tendencia cambió unos segundos después, arrancó el festival de triples y el Madrid logró distanciarse en el marcador hasta el punto de conseguir un parcial de 2-11 a su favor.

Pedro Martínez, el entrenador del conjunto taronja, no estaba contento con el inicio de encuentro de sus pupilos e hizo algunos ajustes en el tiempo muerto que solicitó, que sirvió, al mismo tiempo, para enfriar la temperatura del duelo. No obstante, lejos de templarlo, el encuentro se calentó aún más y en una misma jugada el colegiado, tras revisarlo con el videoarbitraje, le pitó una antideportiva a Llull y una falta técnica a Usman Garuba. Por tanto, Valencia Basket consiguió recortar diferencias y acabó el primer cuarto con un tanteo de 19-23.

Esa pequeña reacción valencianista no intimidó al conjunto blanco. Al revés. Siguieron a lo suyo y en esas apareció Bruno Fernando. El ala-pívot angoleño estaba en todas partes y firmó unos muy buenos minutos mientras Edy Tavares descansaba en el banquillo.

La salida de Bruno Fernando le hizo daño al Madrid y Valencia Basket aprovechó para recortar y quedarse a seis puntos de distancia a falta de algo más de tres minutos para el descanso. López-Aróstegui tenía la muñeca caliente, cada vez que tenía espacio lo aprovechaba y esa diferencia de puntos se redujo a dos.

La Fonteta estaba jugando su particular partido, cada fallo del Real Madrid se celebraba a lo grande y cuando había alguna acción polémica no dudaban en protestarla. Y en esas, Valencia Basket consiguió irse en ventaja al descanso (40-39) gracias al acierto de López-Aróstegui y Puerto.

El Madrid frena la reacción taronja

Tras el descanso, el Madrid ajustó las pequeñas cosas que le habían faltado en la recta final del segundo cuarto y Andrés Feliz se hizo gigante en defensa para hacer que el conjunto blanco se volviera a poner por delante.

Valencia Basket arrancó mal el tercer cuarto y el Madrid aprovechó esa situación para ponerse 40-52 en un abrir y cerrar de ojos. El parcial de 0-13 hizo que Pedro Martínez parara el encuentro y pidiera tiempo muerto.

La posesión le duraba poco al conjunto taronja y eso le estaba viniendo de perlas al Real Madrid para ampliar aún más la diferencia de puntos. El tercer cuarto era claramente madridista y esa superioridad se estaba reflejando en el marcador. A falta de algo menos de tres minutos para el final del cuarto, la diferencia era de +13.

Valencia Basket necesitaba reaccionar si no quería irse de la final y los de Pedro Martínez se lo metieron en la cabeza. El conjunto taronja maquilló algo el marcador, pero no lo suficiente. Al término del tercer cuarto era el Madrid el que seguía mandando (49-60).

Valencia no se viene abajo

El inicio del último cuarto fue de Valencia Basket y dadas las circunstancias a Chus Mateo le tocó retocar el quinteto inicial. Los valencianistas habían mejorado y la diferencia de puntos se vio reducida. La buena noticia para el Real Madrid es que todavía quedaba tiempo y en más de seis minutos podía producirse un cambio de dinámica.

Los pupilos de Pedro Martínez habían conseguido dejar atrás la versión errática del tercer cuarto y achucharon al Madrid, que no estaba tan enchufado. Sin embargo, ese connato de remontada se quedó en nada y el Madrid volvió a distanciarse en el marcador.

A partir de ahí ya no hubo más tutía. El equipo de Chus Mateo amplió su distancia y dejó a Valencia Basket sin la posibilidad de forzar el cuarto partido de la final. El Real Madrid consiguió su 38ª Liga ACB.