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Fernando Alonso, durante el Gran Premio de Gran Bretaña

Fernando Alonso, durante el Gran Premio de Gran BretañaEFE

Verstappen se lleva una pole imposible en Silverstone, Alonso vuelve a hacer magia y Sainz roza la Q3

Max Verstappen ya no cuenta con el mejor coche pero le da igual. En una temporada en la que los McLaren son infinitamente superiores y deberían dominar con puño de hierro, el neerlandés sigue colándose en la pelea por el Mundial y en el Gran Premio de Gran Bretaña, contra todo pronóstico, se ha llevado la pole, la cuarta del año. Muy significativo que lo haga en Silverstone, la casa de Lewis Hamilton y también de McLaren.

Así es el vigente campeón del mundo, capaz de ganar en territorio hostil y de seguir en la batalla. No obstante, no fue lo único sonado que vimos, pues McLaren firmó un valioso segundo (Oscar Piastri) y tercero (Lando Norris) para plantar batalla este domingo. También fue una gran jornada para los españoles, sobre todo para Fernando Alonso, que quedó noveno, pero saldrá séptimo por las sanciones a Kimi Antonelli y Ollie Bearman. Algo peor le fue a Carlos Sainz, que partirá desde la undécima posición.

Pese a los grandes resultados de muchos pilotos, el sufrimiento fue extremo desde el principio. Antes de empezar se miraba al cielo de Silverstone porque la lluvia amenazaba. Era el deseo de los equipos de segunda fila para vivir una qualy más alocada, pero finalmente el tiempo respetó y únicamente cayeron unas gotas. Aun así, la Q1 fue movida y la gran vuelta de Fernando Alonso casi la dinamita Franco Colapinto, que sacó su Alpine del trazado y obligó a sacar la bandera roja.

Volvieron todos los pilotos a los garajes esperando que se retirara el coche del argentino y poder continuar con este primera ronda de la clasificación. No fue demasiada la espera y restaban 6:45 para el final. Todo esto ya con Colapinto fuera, pero muchos pilotos con un tiempo 'trampa' y dudas de si salir o no para hacer otra vuelta y así garantizarse la presencia en Q2. Alonso optó por quedarse y le salió bien –quedó quinto– y Sainz escaló hasta el octavo.

Una Q2 más tranquila

Salió bien la Q1 para los españoles y ahora les tocaba ganarse el puesto entre los 10 mejores, los puestos privilegiados para pelear luego en la carrera por los puntos. Comenzaron bien la Q2 los dos españoles mientras que Verstappen, Piastri y Hamilton volaban. Tenía ganas el inglés de hacerlo bien en el circuito de casa y se le vio mucho más inspirado que en otras carreras. Aun así, Alonso marchaba tercero y Sainz cuarto, aunque la alegría no duró demasiado, sobre todo para el madrileño.

Se quedó cerca de pasar a la Q3 Carlos Sainz, pero finalmente no pudo ser. La mejora de pista le hizo caer por 0,035 y se quedó con la miel en los labios. Siguen sin salirle las cosas al madrileño, aunque en la carrera de este domingo la historia podría cambiar. No lleva mal ritmo y, esta vez sí, ha superado con claridad a su compañero de equipo, Alexander Albon, que saldrá decimocuarto. Le van yendo algo mejor las cosas a Sainz.

Carlos Sainz Jr., en el Gran Premio de Gran Bretaña

Carlos Sainz Jr., en el Gran Premio de Gran BretañaAFP

Más allá de Alonso, Bearman y Gasly, a la Q3 clasificaron los de siempre. Los ocho pilotos de las grandes escuderías salvo Tsunoda, algo que no es noticia. Lo que era llamativo es que lideraban los Ferrari, con un Hamilton estelar que quería hacer ruido en casa. Sin embargo, a la hora de la verdad mandaron los que mejor año están haciendo. Los McLaren y Max Verstappen.

No era en teoría el escenario donde debía sonreír el vigente campeón, pero está hecho de otra pasta y se lanzó a por otra nueva hazaña. Sonrió Verstappen, no quedó descontento McLaren y Hamilton, cuarto, volvió a morder el polvo por un mal último sector. Por su parte los pilotos de equipos modestos, donde está Alonso, no pudieron hacer gran cosa en Q3. Difícil cuando hay tanta diferencia con el coche.

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