Los jugadores del Real Madrid celebran el pase a la final de la Champions
Sed de venganza
El Real Madrid quiere contestar a Mbappé ganando la Champions en París
El club y la plantilla están molestos con el proceder del francés y los jugadores afirman que nunca querrían tener como compañero a un futbolista que no tiene palabra
Estupor es la palabra que define el sentimiento de la cúpula del Real Madrid y de sus jugadores ante la sorprendente negativa de Mbappé a fichar por el conjunto blanco después de dos años de conversaciones y de un contrato firmado en agosto.
Cada palabra que ha mencionado la estrella francesa en los últimos días ha sido un golpe bajo para la entidad y su plantilla. «Cada vez que habla sube el pan», manifestaba ayer un jugador blanco a El Debate al valorar las justificaciones de Kylian Mbappé ante su cambio de postura después de haber acordado con el club su llegada. «Ha querido explicar lo inexplicable y las formas son impresentables», subrayaba otro profesional del club madrileño. «Dijo que tenía tomada la decisión hace una semana pero no se la comunicó al Real Madrid, porque Al-Khelaifi le decía que esperara».
Al final, el delantero se ha aliado con el presidente del PSG para dar un golpe al equipo que más Copas de Europa ha ganado en la historia. Y no ha tenido en cuenta la inquina de Al-Khelaifi con Florentino Pérez. La manera de proceder de la figura del fútbol francés ha dejado mucho que desear después de dos años de diálogo con el presidente madridista.
Nadie es imprescindible
La cúpula del Real Madrid está muy molesta, pero guarda las formas y no demuestra calentón alguno por esta negativa. El análisis interno es que en Chamartín aspiran a la decimocuarta Copa de Europa y siempre el club ha triunfado después de la marcha de sus grandes figuras históricas, al igual que puede vencer este sábado sin el francés. «Nadie es imprescindible en el Real Madrid, nunca lo ha sido y nunca lo será», reflexionaba un directivo en conversación con El Debate.
Responder en el césped
La plantilla madridista, liderada por Benzema, tiene una rabia contenida por contestar a la afrenta en el campo, precisamente en la ciudad sede del PSG, ante Ceferin y Al-Khelaifi, presidentes de la UEFA y del equipo parisino, aliados en su enemistad con Florentino Pérez.
Lo que pretenden los futbolistas de Ancelotti es conquistar la decimocuarta Champions para la entidad y dar un golpe sobre la mesa frente a los dos poderosos hombres que luchan contra el Real Madrid. El dirigente del equipo francés tiene el poder que le da el dinero de Qatar y el máximo responsable de la UEFA pelea frente a Florentino Pérez por el control del fútbol continental.
Son los futbolistas del plantel blanco los primeros que quieren ganar esta batalla en la hierba, una guerra que Mbappé presenciará desde la concentración de Francia a unos kilómetros del estadio parisino.
El feo hacia Benzema
En el vestuario madridista ha enojado sobremanera que Mbappé no dijera en sus manifestaciones que Benzema es el máximo favorito al Balón de Oro. La negación de Kylian hacia Karim, compañeros de selección que se verán las caras dentro de diez días, no ha gustado nada en Valdebebas. Porque si hubiera fichado por el Real Madrid habría dicho tranquilamente que deseaba el Balón de Oro para Benzema.
Hay enojo por la falta de personalidad y de palabra de Mbappé, de quien Benzema hablaba siempre en la cocina. En la plantilla madridista critican internamente que no querrían tener como compañero a un futbolista que no tiene palabra.
Hay sed de victoria en el plantel de Ancelotti para dar un golpe duro a Mbappé y al PSG, con Ceferin como tercer afectado. El presidente de la UEFA sería el encargado entregarle el trofeo. Menudo momento histórico. Ese hipotético triunfo sería la mejor respuesta ante la renovación de Mbappé. «Si ganamos, todo el montaje de su renovación se caería por los suelos, porque la única verdad entonces sería que el Real Madrid es campeón de Europa sin Mbappé», destacaba otro hombre de la Casa Blanca.
Palmarés envidable
Los futbolistas son prudentes y se guardan la revancha dialéctica para después de la final. Si vencen, muchos de ellos tendrían cinco de Copas de Europa en su palmarés al cabo de ocho años y la ausencia futura del jugador francés sería un asunto de segundo plano. Si los pupilos de Ancelotti vencen, van a ser muy duros en sus declaraciones posteriores. «Esta es la respuesta, la decimocuarta», dirán entonces los futbolistas de Carlo con el trofeo en sus manos cuando les pregunten por la espantada del francés. «Si ganamos, él se lo perderá para el futuro, pues no estará en el equipo que ha ganado cinco Champions en ocho años y se quedará en uno que no la ha ganado nunca», comentaba a este medio otro profesional de la entidad.
El Madrid tiene pólvora suficiente
En el seno del Real Madrid se analiza que el fichaje de Mbappé no era necesario futbolísticamente, pues la delantera está bien definida con Vinicius, Benzema y Rodrygo. Siendo el francés un gran jugador, habría sido un fichaje más mediático y sobre todo comercial, por lo que supondría a escala mundial su llegada al Real Madrid. Técnica y tácticamente no era un futbolista necesario. Ganar al Liverpool será la respuesta verídica en ese sentido. Y si se pierde la final, la sensación de la empresa madridista será similar, pues el Real Madrid habrá disputado cinco finales en ocho años, habrá ganado cuatro y el París Saint-Germain sigue con el contador a cero.
Con estos ingredientes, la victoria se considera más imprescindible que nunca. Y la directiva observa que el ansia de vencer de la plantilla supera toda motivación externa. La rabia contenida es el arma del Real Madrid para dar un golpe de estado al poder del fútbol en París.
Comentarios
