Torneo Internacional Sub 12 organizado en España
Inglaterra prohibirá golpear la pelota con la cabeza a los futbolistas menores de 12 años
Será al principio en modo de prueba y se hace por los estudios que relacionan el golpeo del balón con la cabeza con la mayor tenencia a sufrir enfermedades degenerativas en el cerebro
La federación inglesa de fútbol (FA) probará temporalmente la prohibición de golpear la pelota con la cabeza en los partidos de niños de menores de 12 años con la posibilidad de hacerlo de forma permanente a partir de la temporada 2023-2024.
Esta medida, que ya se ha implementado en partidos de prueba en los últimos meses, nace de los estudios que relacionan el golpeo del balón con la cabeza con la mayor tenencia a sufrir enfermedades degenerativas en el cerebro.
Coincide además en el tiempo con la confirmación del primer caso de un futbolista muerto por ETC (Encefalopatía Traumática Crónica), el estadounidense Scott Vermillion, que murió en 2020 pero hace tan solo unas semanas investigadores de la Universidad de Boston pudieron demostrar que la muerte fue provocada por esta enfermedad degenerativa ocasionada por el esfuerzo que hizo como central de fútbol y más concretamente por golpear el balón con la cabeza.
La Federación Inglesa ha recibido permiso por parte de la IFAB (asociación encargada de definir las reglas del fútbol) para introducirla a modo de prueba esta temporada 2022-2023 y será una iniciativa coordinada a través de la red de centros de entrenamientos de la FA, las ligas, los clubes y las diferentes escuelas del país.
«Si la prueba es un éxito, el objetivo es eliminar los cabezazos para todos los partidos sub-12 y de divisiones inferiores a ella a partir de la temporada 2023-2024», ha dicho la federación inglesa en un comunicado.
Además del caso de Vermillion, que es el único oficial que acabó en fallecimiento, en los últimos años los campeones del mundo con Inglaterra en 1966 Jack Charlton (hermano de Bobby ) y Nobby Stiles han fallecido por enfermedades degenerativas que se cree que están relacionadas con el repetido golpeo del balón con la cabeza. Además, Bobby Charlton, también campeón del mundo en 1966, padece demencia.
La proliferación de estas enfermedades en los jugadores de fútbol ya retirados ha sido objeto de diferentes estudios que han determinado que los futbolistas profesionales son tres veces y media más proclives a padecer problemas degenerativos
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