El conjunto blanco ha aprendido a sobrevivir sin el delantero francés
El Real Madrid se acostumbra a vivir sin Benzema
El galo volverá a ser baja ante el Rayo Vallecano. Sin embargo, Ancelotti parece haber encontrado la solución gracias al gran rendimiento de Vinicius, Valverde y Rodrygo, que suman 25 goles entre los tres
Hubo un tiempo donde el Real Madrid echaba demasiado de menos a Karim Benzema. La Benzemadependencia suponía un drama para los blancos que veían como tenían que sudar más de la cuenta la camiseta para llevarse los partidos o incluso eran incapaces de solventarlos.
Tal es así que hace dos temporadas solo fueron capaces de ganar tres de los seis encuentros en los que no pudieron contar con el delantero francés.
Sin embargo, este año Ancelotti parece haber encontrado la solución a la Benzemadependencia. Mejor dicho, las soluciones, ya que tienen nombre propio: Vinicius, Rodrygo y Valverde. Entre los tres suman 25 goles. La baja de Karim, que no ha encadenado tres partidos consecutivos, ha servido para mostrar la calidad de este trío.
Hasta el tropiezo de Alemania, ante el Leipzig, los blancos aglutinaban cinco victorias sin el Balón de Oro sobre el césped, algunas en plazas tan importantes como el Metropolitano o ante rivales de rango como el Sevilla.
El guardaespaldas Benzema sigue protegiendo a su equipo con sus goles, pero sin él los blancos no se sienten tan desprotegidos.
Vinicius y una flor que no es de un día
El brasileño se consagró el año pasado y firmó su explosión con unos números de estrella: 22 goles y 20 asistencias. Este año ha dejado claro que su explosión no es flor de un día y que está dispuesto a liderar al equipo. El carioca suma 10 tantos esta temporada, muchos de ellos en ausencia de Karim. El brasileño abrió el marcador en Glasgow, el partido en el que lesionó el galo, Mallorca, Osasuna y Girona, en Liga, y, de nuevo, en Champions ante el Shakhtar y Celtic, en la goleada que certificó el pase de los blancos a octavos como primeros de grupo.
El paso al frente de Rodrygo
Ancelotti abrió el casting del sustituto perfecto de Karim. Quizás, por galones, el entrenador italiano recurrió a Hazard como vía de urgencia, ya que el belga se ha quedado sin sitio en la banda izquierda cuyo dueño es desde la temporada pasada Vinicius. El experimento duró muy poco: ante Celtic, en Glasgow, y a los pocos días ante el Mallorca. La prueba no resultó ni mucho menos satisfactoria.
Ante el Leizpig, Ancelotti confió el papel de sustituto de Karim a Rodrygo y el '21' brilló y marcó ante la tranquilidad de Ancelotti que ha encontrado la solución al entuerto. A partir de ahí, Rodrygo ha pasado de ser plan B a ser Plan A y ha devuelto la confianza a base de goles: ya suma los mismos tantos en liga como en los 33 encuentros que disputó el año pasado. En Champions, con sus goles ante Leipzig y Celtic -ambos de penalti, demostrando seguridad y galones- llegó a los 13 superando a Van Nistelrooy. Su próximo objetivo los 15 de Ronaldo Nazario.
El 'Halcón' Valverde coge vuelo
El uruguayo ha encontrado en su disparo un arma de destrucción masiva de porterías rivales. Tal es así que se ha convertido en el Pichichi de los blancos gracias a una apuesta que realizó con su entrenador que consistía en llegar a los 10 goles en esta campaña: a estas alturas de noviembre ya acumula ocho y pretende cerrar la apuesta antes de la cita mundialista de Qatar.
'Bonus Track': el renacer de Asensio
El mallorquín está aprovechando al máximo las oportunidades que le está concediendo Carletto. Menos de las que pensaba, seguro. Asensio comenzó la temporada como un suplente habitual. Sin embargo, en Elche se reencontró con el gol, frente al Sevilla resultó decisivo para la victoria fina, en Alemania asistió a Vinicius para reducir distancias en el marcador y, de nuevo, en Champions ante el Celtic volvió a ver puerta certificando su mejoría y evidenciando que se ha reivindicado para llegar a Qatar en la mejor condición y soñando con la renovación con el Real Madrid.
Los blancos seguirán sin poder contar con Benzema ante el Rayo, pero su baja ha servido para que los suyos sepan sufrir y vivir sin el actual Balón de Oro.
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