Ferland Mendy, durante la final de la Liga de Campeones contra el Liverpool
El Real Madrid decidirá el futuro de Mendy a final de temporada
El club analiza con tranquilidad el caso del francés, que está en el ecuador de su contrato, sellado hasta 2025, cuando tendrá 30 años. Para Ancelotti es indudable. Fran García, cedido al Rayo, espera de nuevo su oportunidad
«Tranquilidad, queda aún mucho tiempo por delante, hablaremos de su futuro cuando falten dos años para el final de su contrato». Es la postura del Real Madrid ante el porvenir de Ferland Mendy. Un futbolista potente, seguro, fiable, una máquina defensiva con cierta tosquedad en ataque, consecuencia de la fuerza bruta que emplea para subir y bajar incansablemente. Un jugador que protagoniza una situación vivencial que no es comparable con el resto de los jugadores del plantel.
El francés llegó curtido al club español, con 24 años, y firmó un contrato por seis temporadas que cubría la flor y nata de su carrera. Hoy se se encuentra a mitad de camino de este periodo: faltan dos años y medio para que finalice el acuerdo, y la entidad que le paga analiza con serenidad la decisión que tomará con un defensa zurdo que cuando finalice el acuerdo actual tendrá 30 años. Una hipotética renovación ampliaría su etapa hasta los 31 o los 32.
El Real Madrid analiza con serenidad la decisión que tomará con un defensa zurdo que cuando finalice el acuerdo actual tendrá 30 años
Por ello, no se le podía equiparar a las vicisitudes que vivían otros compañeros. No tenían nada que ver las renovaciones de Militao, Rodrygo y Vinicius, mucho más jóvenes que él, o la de un veterano como Lucas Vázquez, que acababa su antiguo contrato el próximo verano. Mendy vive el stand by de un convenio largo que le pilla en plena madurez deportiva y personal. Es otra historia.
No revestía urgencia
Ese aterrizaje en el Bernabéu a los 24 años ha supuesto que cuando llegaron los grandes triunfos, las dos Ligas y especialmente la última Champions, no recibió el premio de una renovación porque «ni era demasiado joven para asegurar su continuidad ni demasiado mayor para pensárselo dos veces». La empresa madridista sí tuvo que asegurarse el porvenir de los tres brasileños de oro, muy cotizados, dada su edad, mientras el 'Caso Mendy' no revestía urgencia. Las rúbricas de corto recorrido de Modric y Nacho, inmersos en la treintena, tampoco tenían parangón con el lateral. Su caso es único. Se encuentra en medio de la nada; ni es joven ni es mayor.
Prioritario para Ancelotti
Para el entrenador es indudable. Ya quiso fichar a Ferland cuando dirigía al Nápoles hace un lustro y tuvo la alegría de encontrarse con él cuando regresó al Real Madrid. El flanco izquierdo estaba cubierto y el litigio de un nuevo contrato para el defensor no existía. Hoy, Ancelotti tiene al futbolista asegurado durante dos años y medio más y tampoco piensa en esa renovación, porque no urge. A saber si el italiano estará en el banquillo en 2025. Treinta y dos meses son mucho tiempo por delante.
El Real Madrid tomará una determinación a final de campaña, una vez estudiado el rendimiento del francés a lo largo de su cuarto curso en la casa blanca.
Fran García, en la recámara
La lesión tibial sufrida por el jugador hace dos campañas provocó una ostensible preocupación en la dirección deportiva. Era una dolencia dolorosa y grave que le tuvo varios meses fuera de la competición. Menos mal que el muchacho salió adelante del problema. Los problemas musculares han sido su otro talón de Aquiles. En la presente temporada nunca ha sido baja. El médico es el capítulo más importante para la entidad en el 'Caso Mendy'. El devenir deportivo y personal de este curso será decisivo en la toma de decisiones.
Mientras tanto, Fran García continúa esperando en el lateral izquierdo del Rayo. El Real Madrid posee los derechos de la mitad de la ficha del jugador, que sueña con entrar en la Casa Blanca. Ya estuvo en esa situación el pasado verano.
Tres cartas sobre la mesa
El club madrileño tiene tres cartas sobre la mesa para mostrar a Mendy. Deberá decidir en verano si le renueva, si le coloca en el capítulo de transferibles por si llega una buena oferta, o si retrasa su decisión un año más.
Al futbolista le ha perjudicado externamente su descarte para el Mundial, pero el Real Madrid le conoce mejor que nadie y no necesita que vaya a Qatar para saber quién es.
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