La joya del fútbol que quiso media Europa y vuelve a brillar tras dos detenciones y ser vinculado con la mafia

Hubo un tiempo en el que Mohamed Inhattaren (Utrecht, Países Bajos; 2002) se convirtió en uno de los grandes reclamos del fútbol europeo. Eso sucedió en 2021 cuando era jugador del PSV Eindhoven. Y el joven, que estaba representado por el difunto Mino Raiola, uno de los agentes más prestigiosos y carismáticos del Viejo Continente, acabó yéndose traspasado a la Juventus, que pagó 1,9 millones por el centrocampista neerlandés.

Sin embargo, su aterrizaje en Turín no fue el soñado. Inhattaren se fue cedido a la Sampdoria para acumular los minutos que no iba a tener con la 'Vecchia Signora' y esa misma temporada tuvo que afrontar la inesperada muerte de su padre, lo que le hizo caer en picado tanto dentro como fuera del terreno de juego. El neerlandés se dejó llevar y aseguró ser un comedor emocional, lo que le llevaba a refugiarse en la comida cada vez que se sentía infeliz.

Eso no fue lo peor. Después de la cesión infructuosa en la Sampdoria, Inhattaren regresó a los Países Bajos y a finales de 2022, cuando el periodo de préstamo con el Ajax estaba a punto de concluir, al mediocampista se le acusó de mantener vínculos estrechos con delincuentes del crimen organizado y un día se encontró con su Porsche Panamera, valorado en más de 100.000 euros, calcinado, y con el automóvil de su hermano, un BMW Serie 3, quemado.

La carrera se le empezó a complicar a Mohamed Inhattaren. Y en ese momento, un periodista neerlandés aseguró que todo tenía que ver con las relaciones personales que había entablado el joven jugador: «Está demasiado cerca de los chicos que están involucrados en el crimen. Eso no quiere decir que él mismo haga cosas delictivas, pero la línea divisoria es muy delgada».

Ese episodio hizo que el Ajax no renovara la cesión de Inhattaren. El club neerlandés no quería tener en sus filas a un jugador que había estado relacionado con el crimen y el futbolista regresó a la Juventus. El problema fue que a principios de 2023 salió a la luz que la Policía le había detenido por un presunto caso de agresión sexual hacia su expareja.

Inhattaren volvía a estar en el ojo del huracán y la Juventus no le renovó el contrato, lo que le llevó a abandonar el fútbol italiano y a tener que buscarse un nuevo equipo. Su carrera seguía cayendo en picado y tras dos infructuosos pasos por el Samsunspor y Slavia de Praga, donde ni siquiera llegó a debutar, se especuló sobre su posible retirada con tan solo 22 años.

El fútbol le dio una nueva oportunidad

No obstante, el fútbol le tenía guardada una última oportunidad para tratar de relanzar su carrera. El 19 de septiembre de 2024, el RKC Waalwijk, de la Eredivisie neerlandesa, le fichó con la liga ya empezada y el club le dio la oportunidad de volver a sentirse futbolista al considerar que Inhattaren encajaba en la filosofía del club.

Diez días después de su fichaje, Inhattaren redebutó en un partido frente al Ajax y se sintió orgulloso de haber vuelto a jugar al fútbol más de dos años después. Eso sí, sus inicios no fueron sencillos, ya que tardó en coger ritmo competitivo fruto de la inactividad. Sin embargo, 'Mo' resucitó a tiempo y día de hoy acumula 765 minutos con la camiseta del RMC Waalwijk, algo que nunca había sido capaz de conseguir en el resto de equipos en el que jugó.

De esta forma, Mohamed Inhattaren está volviendo a disfrutar del fútbol en Waalwijk, una pequeña ciudad de los Países Bajos ubicada a casi 70 km de su Utrecht natal. Y la clave de esta resurrección tiene que ver con su familia. El joven centrocampista se apoyó en su madre cuando peor lo estaba pasando y, actualmente, sueña en volver a ser ese jugador que encandiló a media Europa allá por 2021, cuando firmó su contrato con la Juventus de Turín.