Xabi Alonso, en el Martínez Valero tras el partido del Real Madrid ante el Elche
El Real Madrid subraya que Xabi Alonso es quien manda y le autoriza a tomar medidas
En el club se considera que ahora más que nunca es el tiempo de que los jugadores despejen cualquier duda sobre su implicación no ya con el técnico sino con la temporada
El bostezo de Vinicius en el banquillo que ha abierto el debate: «¿Es sueño o indiferencia?»
En el Real Madrid aceptan que Xabi Alonso ha cometido errores, como todos los cometemos, pero esta racha de partidos sin victorias en Liverpool, Vallecas y Elche ya no es solo una cuestión de entrenador. Precisamente, uno de los fallos que se achaca a Xabi Alonso es no continuar aplicando sus tácticas y su estrategia de presión alta durante buena parte de los partidos, para permitir presuntamente que los futbolistas jueguen como quieren.
Sus pupilos no calibran que si ellos son los que dirigen al equipo con una supuesta autogestión tiene que ser porque el rendimiento es mejor y las victorias llegan. Y está ocurriendo todo lo contrario. La consecuencia es que ahora el 'boomerang' viene hacia ellos. Este miércoles tienen que reaccionar ante el Olympiakos, porque la afición se encuentra muy decepcionada con el entrenador y está enormemente enfadada con las prestaciones de los futbolistas. El primero que cae en un fusilamiento deportivo es el técnico, sí, pero los siguientes son ellos. Que no lo olviden. Cuidado que vienen curvas y en El Pireo es necesario coger la vía recta.
En la casa blanca saben bien que cuando llega la crisis nunca es por una sola causa. Si hay un club en el mundo en el que uno más uno no son dos, ese es el Real Madrid. Para lo estupendo y para los dramas. El entrenador es consciente del mal fútbol de su equipo y asume que es imposible apretar un botón para que el equipo comience a jugar bien de golpe en Grecia, pero lo importante es dar un salto con una mejoría ostensible y vencer al conjunto de Mendilibar.
Alonso hace autocrítica y sus hombres harían bien en hacerla. Cuando las barbas de tu vecino veas mojar, pon las tuyas a remojar. El preparador vasco tiene claro que no jugar bien es la primera causa de obtener victorias grises y malos resultados en serie como los tres sufridos ahora. Se cargan las tintas contra el guipuzcoano y se le señala por el mal rendimiento de los jugadores. De acuerdo. Y decimos que algunos futbolistas no comulgan con sus maneras. Puede ser. Así ha sido siempre con todos los jefes de los banquillos.
En el caso de los entrenadores más 'invasivos' tácticamente, como es el caso de Alonso, como lo fueron Benítez y Lopetegui, por pura matemática había y hay más futbolistas a los que les rechinaban los sistemas de preparación y conceptos. Y surge la doble cuestión. Xabi tiene dos salidas, dos posibles decisiones. La primera es dar un paso para atrás, flexibilizarse y permitir más aire a los jugadores, imponiendo menos vídeos, menos táctica y otorgando mayor libertad de movimientos al equipo en general.
La segunda opción es la dura: mantenerse firme en sus ideas y lograr que el club le permita eso, incluso en el caso de que los resultados y o el buen juego sigan tardando. Pero, después de todo esto, llega el quid de la cuestión: ¿los jugadores se libran? Pues no. De eso nada. El madridismo está enfadado y comienza a estar harto de comprobar ciertas actitudes de algunos futbolistas que ha visto en estos tres últimos partidos sin triunfo.
Examen exhaustivo a los jugadores
En el Real Madrid piensan que es la hora de juzgar a los futbolistas y su rendimiento. Reflexionan en la casa que ahora, más que nunca, es el tiempo de que los jugadores den un paso adelante y despejen cualquier duda sobre su implicación no ya con el míster, sino con la temporada y, por extensión, con el club, porque si realizan una mala campaña el perjuicio para Real Madrid será absoluto e inolvidable y en junio se tomarán medidas.
En el Real Madrid subrayan que la plantilla debe dar ya un vuelco a la situación, porque si no lo hacen serán ellos, los profesionales que saltan al campo, los siguientes señalados.
Bellingham y Vinicius lamentan el empate en el Martínez Valero
El Real Madrid escucha la calle, escucha a los socios, escucha a todos los aficionados, escucha al madridismo en general, y observa un dato que el plantel debe tener muy en cuenta: ahora mismo la afición blanca sólo salva a cuatro futbolistas. Y los salva por un orden que explica muchas cosas: Courtois, Mbappé, Carreras y Tchouaméni. Ni uno más se salva en el juicio del pagano, del seguidor.
El escrutinio que se realiza sobre la opinión del madridismo indica que la afición está ahora mismo bastante decepcionada con Xabi, pero ya se nota una corriente de hartazgo y de enfado enorme con los jugadores.
El club lo tiene claro: Xabi Alonso es el jefe, quien manda y quien debe tomar medidas. Hemos escuchado que hay bandos en la plantilla y es hora de acabar con esas divergencias y reaccionar con resultados, porque los palos al entrenador ya se van gastando y ahora llegan los palos a los futbolistas. Hemos escuchado que Vinicius, Valverde, Bellingham y Camavinga no están en la línea de Alonso. Hemos escuchado que Courtois, Güler, Mbappé, Carreras y Huijsen sí están en la onda del guipuzcoano. Pues todos tendrán que salir a ganar juntos los partidos, porque la afición les espera de uñas.
Se ha llegado a decir que Alonso será destituido si pierde hoy ante Mendilibar. Los futbolistas son conscientes de la situación y deben ir a por todas en Grecia. Faltarán Courtois y Huijsen, dos bajas muy importantes en el momento mas crudo. Quienes jueguen deberán dar el 'do' de pecho por el bien del Real Madrid y por el bien de ellos mismos. Echar todas las culpas al técnico ya no cuela. La afición ha puesto el batiscafo y examina a los futbolistas con precisión. La que necesitarán hoy en el ambiente infernal del Olympiakos. Examen final para todos en noviembre. Es el Real Madrid.