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Joan Laporta, en una imagen de archivo

Joan Laporta, en una imagen de archivoEuropa Press

El golpe imposible que busca dar la oposición del Barça para derrocar a Laporta

El mandato de Joan Laporta como presidente del FC Barcelona está cerca de llegar a su fin y es hora de repartir las notas. Si nos fijamos en todas las promesas que hizo durante la campaña de 2021 es más que evidente que todas han terminado siendo mentira: recuperar económicamente al club, renovar a Messi, fichar a Haaland y volver a ganar la Champions League. Todo eso aseguró el actual presidente que ocurriría y nada de nada.

Únicamente ha cumplido un poco en la parte económica, donde es cierto que el Barcelona goza de mejor salud que cuando Laporta se comió la herencia de Josep Maria Bartomeu. Por aquel entonces el club estaba en ruinas y ahora, pese a seguir en una situación delicada, tienen algo más de margen para actuar. La metáfora que utiliza la actual junta directiva es una buena descripción: «Estábamos en la UCI y ahora hemos pasado a planta».

Eso es una realidad, aunque también hay que analizar a costa de qué. El Barcelona tuvo que desprenderse de Messi y Griezmann en el primer mercado de fichajes de Laporta y después ha ido desprendiéndose de jugadores importantes (Gündogan, Iñigo Martínez) para así sobrevivir económicamente. No obstante, la pérdida de calidad en la plantilla no es el único problema, pues no se debe olvidar que las famosas palancas son una venta de activos a 20 o 30 años. Es decir, Laporta ha hipotecado el futuro del club para salir a flote.

Por último está el elefante en la habitación: las obras del Camp Nou. Cada palabra de Laporta en referencia a este tema ha sido mentira y la única realidad es que el estadio, dos años después de que comenzaran las obras, luce prácticamente igual y los retrasos son significativos. Ahora han vuelto a jugar partidos, pero se desconoce cuando estará la reforma finalizada. Va para largo y la constructora, Limak, es más noticia por las peleas entre obreros que por el buen ritmo de las obras.

La oposición quiere plantar batalla

Todos estos escándalos que han rodeado a Joan Laporta en estos cinco años de presidencia tienen al soci culé muy enfadado, pero a la hora de la verdad no ven una alternativa real al actual presidente. Lo cierto es que los resultados deportivos del equipo de fútbol están siendo buenos y de ahí que el enfado no sea mayúsculo. No hay que tocar lo que funciona, y aunque el club va a marchas forzadas ha avanzado. Además, no parece que haya un proyecto con fuerza suficiente en la oposición.

De ahí que los gritos que se han escuchado de «Laporta dimisión» en los aledaños del Camp Nou son simple ruido. En estos momentos, en los que Joan Laporta ya ha confirmado su intención de presentarse a la reelección, no hay una candidatura fuerte al otro lado. Víctor Font lo volverá a intentar en 2026, pero el apoyo de Xavi Hernández –una leyenda que salió por la puerta de atrás– parece muy poca cosa para hacer que se tambalee el actual presidente.

El empresario Víctor Font (c) durante la presentación de 'El Barça que volem', la plataforma transversal que impulsa con vistas a las elecciones a la presidencia del FC Barcelona

El empresario Víctor Font (c) durante la presentación de 'El Barça que volem', la plataforma transversal que impulsa con vistas a las elecciones a la presidencia del FC BarcelonaEFE

De ahí que tengas dos deseos. El primero de ellos unir a toda la oposición en torno a una única candidatura. Si va dividida a los comicios Laporta no tendrá rival. Ya esto parece complicado que ocurra, pero es que lo segundo que desea Víctor Font se antoja imposible. El gran deseo es reunir a numerosas leyendas, con Leo Messi como punta de lanza, para que apoyen su proyecto.

Es de sobra conocido que la relación de Messi con Laporta está completamente rota, pero públicamente el argentino no va a tomar parte por ninguna candidatura. No se va a pronunciar pese a que tenga su opinión. De ahí que ese deseo sea imposible por mucho que Víctor Font siga haciendo guiños a Messi. «Lo primero que haré cuando sea presidente será llamar a Leo Messi», comentó en una entrevista con Mundo Deportivo para presentar su candidatura. Él mismo sabe que jamás contará con su apoyo, al menos públicamente.

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