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Zinedine Zidane, en una imagen de archivo

Zinedine Zidane, en una imagen de archivoEuropa Press

Las opciones que se le han caído al Real Madrid para sustituir a Xabi Alonso y las que siguen disponibles

Como hemos ido informando en El Debate estas últimas semanas, el puesto de Xabi Alonso está en peligro y ni siquiera ganar el próximo domingo al Deportivo Alavés dará carpetazo a la crisis. La dirección deportiva quiere que comience una gran racha de victorias para confiar al 100 % en su técnico y acabar con todo el ruido externo que comenzó en noviembre y continúa en diciembre. Urge un cambio y en caso de que no llegue pronto tendrán que actuar.

Nadie en la casa blanca quiere que la etapa del tolosarra termine de forma precipitada, pero es necesaria una reacción. Apenas lleva cinco meses en el cargo y cuando se le firmó –por dos temporadas más una opcional–, la idea era construir un equipo campeón y adaptado al fútbol moderno. Un entrenador joven que fuese el verdadero jefe de la plantilla y diese comienzo a otra época dorada del club más laureado de la historia.

De momento no está siendo así y por eso en el Real Madrid se han puesto manos a la obra en busca de qué entrenadores podrían hacerse cargo del equipo si finalmente tienen que prescindir de Xabi Alonso. Tras la debacle ante el Celta de Vigo en el Bernabéu la junta directiva analizó la situación en una reunión de urgencia y empezaron a salir nombres: Jurgen Klopp, Mauricio Pochettino, Zinedine Zidane, Álvaro Arbeloa, Santiago Solari y Raúl González Blanco.

Dos extécnicos, dos viejos anhelos y dos hombres de la casa. Esos eran los nombres que había para sustituir a Xabi Alonso y alguno dentro de esa reunión consideraba que las horas del vasco debían llegar a su fin esa misma noche. Tomar decisiones en caliente no suele llevar a nada bueno y por eso se optó por esperar, pues además no había ningún entrenador ya apalabrado y varias de las opciones parecían remotas.

Un banquillo difícil

Si se va Xabi Alonso el gran deseado es Zinedine Zidane y gustan también Jurgen Klopp y Mauricio Pochettino. Ahora bien, el francés –que ya ha sido entrenador en dos etapas– está esperando a que termine el Mundial 2026 para hacerse cargo de la selección francesa. Por eso resulta extraño pensar que vaya a unirse ahora al equipo blanco. Ahora bien, es un hombre de club y si se le llama es probable que terminara aceptando.

Después están los viejos anhelos, que siguen gustando pero son complicados. El alemán está sin equipo desde que dejó el Liverpool, pero nada hace indicar que esté dispuesto a volver a los banquillos y menos a mitad de temporada. Por su parte el argentino dirige la selección de Estados Unidos y está ante uno de los retos de su carrera, pues debe cuajar un gran Mundial teniendo en cuenta que el país que dirige es uno de los anfitriones. Otra opción remota por tanto para el Real Madrid.

Jürgen Klopp pasará a la historia como uno de los mejores técnicos de la historia del Liverpool

Jürgen Klopp, en un partido con el LiverpoolAFP

Analizadas ya esas opciones, quedan tres hombres de la casa. Santiago Solari, que sigue vinculado al club, sería una opción, pero ahí el problema está en que los jugadores lo verían como un técnico interino. El argentino vería con buenos ojos una segunda etapa al frente del equipo y tiene muy buena relación con muchos de los futbolistas, pero es una vía con sus pros y sus contras.

También está Álvaro Arbeloa en el Castilla, muy del gusto de Florentino Pérez, pero que tampoco aceptaría no ser el líder del vestuario. Es de la escuela de Xabi Alonso, pues además son muy amigos, por lo que no parece la sucesión ideal salvo que se produjese en un momento de gloria. Ahora mismo eso está lejos. Por último queda Raúl González, que es quien menos convence. Su nombre no es una realidad pese a que a él le gustaría.

Hay abierto un casting de entrenadores, pero ninguno encaja al 100 %. De ahí que Xabi Alonso se mantenga pese a la terrible dinámica y, salvo hecatombe, lo normal es que continúe. Ganar los tres partidos del año le darían algo más de margen de error pese a que esos tres triunfos tampoco cambiarían en exceso la situación que atraviesa el equipo.

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