No se parece en nada ser primero o segundo en el grupo E de la Liga de Campeones, menos aún esta temporada y menos para el Atlético de Madrid, que necesita al menos un empate este miércoles en el Metropolitano contra el Lazio para borrar de su horizonte de los octavos de final al Manchester City, al Bayern Múnich o al Arsenal.
Más allá del orden de los partidos, si eres primero la vuelta es en tu casa y si eres segundo empiezas como local, no es un asunto nada menor el liderato del cuarteto para el conjunto de Diego Simeone, que no termina esta ronda en la cima desde la temporada 2016-17; la última vez que alcanzó las semifinales de una competición todavía imposible para él.
Lo necesita para un sorteo más favorable. Quizá más que nunca tal y como es el escenario actual. Porque, con Real Madrid y Barcelona como líderes de su cuarteto, si queda segundo las opciones se reducen tan solo a cinco combinaciones (no puede tocarle el mismo con el que ha competido en el grupo tampoco) que disparan la complejidad en los octavos de final.
No es lo mismo jugar contra el Manchester City, líder de su grupo ya seguro, que frente al Leizpzig, segundo. Tampoco es igual medirse al Bayern Múnich, al frente de su cuarteto, que al Copenhague, al Manchester United o al Galatasaray, dependiendo de cuál es el desenlace final por la segunda posición. Ni al Arsenal, primero, o al PSV, segundo, en el grupo B.
En el caso de ser segundo, las otras posibilidades que surgen son el Inter (se juega el liderato en Milán contra la Real Sociedad, con el empate y el triunfo válidos para el club donostiarra), el Borussia Dortmund o el París Saint Germain, que se enfrentan entre sí en el estadio Signal Iduna Park. Si es primero, se añaden el Oporto o el Shakthar Donetsk; el Nápoles o el Braga e, incluso, el Milan o el Newcastle si el PSG no vence.
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