Lunin&Brahim: así también gana el Madrid
El que honró a Maradona fue 'Diego Armando' Brahim: ¡qué golazo! Precisión, aguante: calidad. Fue el momentazo del partido
Tras enfrentarse al segundo y tercero de la Liga española y volver a Europa con un central o ninguno, el Madrid ha encajado un gol. Uno. 3x90, 270 minutos. Más veintitantos de alargues, unos 300. Es la magia blanca. La de las remontadas, la de la resistencia. Lo que le toca ahora. Esa magia es como la energía, se transforma. Y sigue.
Iba a sufrir, lo comentamos. Nueve paradas de un gran Lunin, el partido que más le tiraron a puerta al Madrid en lo que va de temporada. La última noche europea que un portero del Real debió intervenir ese número de veces fue Courtois en la final de París, en aquel Liverpool remataba hasta el chófer del autocar. Con ocho se quedó Casillas. La noche del debut, el de Lunin, en estas eliminatorias. Se acabó el debate.
El Leipizig lo hizo todo bien menos meter gol. Achuchó, recordó desde el pitido inicial que esto es Europa. Apretó al Madrid desde el primer minuto. En el segundo le anularon un gol raro. Falta a Lunin, pitaron. Le interfirió un rival. ¿Habría llegado el portero al último remate? El árbitro consideró que sí. Y el VAR no le corrigió. Bramaron los alemanes. De haberse producido la jugada en su área, el bramador vestiría de negro. Fue un susto tremendo.
El Leipzig hizo honor a lo que se esperaba ante un Madrid sin la finura del sábado. Es probable que aquel atracón/desgaste le pesara en cabeza y piernas. Lo admitió incluso Valverde: «No hicimos un gran partido». Y el rival, claro. No fue un Madrid brillante esta vez, sí comprometido y solvente pese a su fatal inicio. Luego lo apañó.
Y pasó eso, que así también gana el Madrid. Que afrontaba un partido clave en su temporada, como lo será la vuelta. El curso de verdad empezó para él en este viaje a Alemania. Es la Champions, lo demás imperativo legal. Hablamos del Rey de Europa y está con lo que está. Luego se trata de eso, de sobrevivir. El truco es que lo hace ganando.
Porque tiene futbolistas más que extraordinarios. En el rival juega uno que pasó por el Nápoles, pero el que honró a Maradona fue 'Diego Armando' Brahim: ¡qué golazo! Precisión, aguante: calidad. Fue el momentazo del partido. Después Vinicius tiró al palo. Kroos y Camavinga fueron los faros de siempre.
El partido también lo jugó Bellingham, El Ausente. Cinco partidos sin él y cinco victorias del Madrid, fíjense. Lo jugó porque comprobamos lo que supone que esté. Ya dijimos que recuerda a Di Stéfano y pasa lo que en aquel tiempo: con Alfredo la historia era distinta. Con Alfredito, también.
0-1. Un pie en cuartos y una vela, o diez, a la Almudena. A Europa puedes ir con una baja. O dos. Con tropecientas es temerario.
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