El Barça se mide al Eintracht en la vuelta de la Champions al Camp Nou
La primera final que el Barça está obligado a ganar si quiere evitar un nuevo fiasco en la Champions
El equipo de Flick debe de ganar al Eintracht de Frankfurt en el Camp Nou si quiere tener opciones de acabar entre los ocho primeros en la máxima competición europea
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Desde el 2015, año en el que tocó la gloria por última vez, la Champions se le viene atragantando al Barça. A algunos, esta afirmación le podrá resultar poco acertada o, incluso, exagerada, pero en el fondo es la realidad. El conjunto azulgrana no es el mismo cada vez que tiene que jugar en Europa y eso está volviendo a demostrar en este 2025.
Allá por el mes de agosto, el Barça conoció a los rivales a los que se iba a tener que enfrentar en la máxima competición europea. Y la sensación fue bastante positiva. A excepción de PSG y Chelsea, dos rivales de altura, el conjunto azulgrana tuvo suerte y se fue de Nyon (Suiza) con la certeza de que, si hacía bien las cosas, iba a poder pasar a octavos de manera directa sin grandes problemas. La palabra play-in no estaba en la mente del equipo azulgrana y el objetivo no era otro que acabar la fase liga entre los ocho primeros clasificados.
Para el que no lo recuerde, el sorteo encuadró al conjunto barcelonista con equipos de nivel medio como Olympiacos, Brujas, Slavia de Praga, Copenhague, Eintracht, Frankfurt o Newcastle.
El inicio en Champions fue bueno. El equipo de Flick se llevó los tres puntos de St. James' Park (1-2), dejó sensaciones positivas gracias a una exhibición de Rashford en su vuelta a Inglaterra tras salir del Manchester United y arrancó su periplo en Europa con victoria.
Ese triunfo a orillas del río Tyne dio confianza a los culés, pero en la segunda jornada llegó el PSG a Montjuic y Luis Enrique les dio un doloroso golpe de realidad en una de las últimas jugadas del encuentro. El primer partido como local del Barça en la Champions 2025-26 acabó de la peor manera posible, pero aun restaban seis encuentros para cambiar la dinámica.
Tras el PSG, fue Olympiacos el que visitó la Ciudad Condal y el equipo entrenado por José Luis Mendilibar encajó un set (6-1) que le permitió al Barça regresar a la senda del triunfo. Los de Flick sabían que el duelo frente a los griegos no se les podía escapar y respondieron.
Seis puntos de nueve posibles era un buen saldo para el cuadro barcelonista y le permitió colocarse en una posición relativamente cómoda en la fase liga. Pero el Brujas, en la cuarta jornada, sacó a relucir las carencias del Barça y le dejó sin la posibilidad de sumar su tercera victoria en cuatro partidos.
Ese 3-3 en el Jan Breydel Stadion volvió a bajar a la tierra al equipo de Flick, que perdió una oportunidad de oro y se quedó con siete puntos y a cinco del liderato que marcaba el Arsenal de Mikel Arteta. No obstante, lo que vino en la quinta jornada de la máxima competición europea fue aún peor.
Al cinco veces campeón de la Champions le tocó medirse al Chelsea en Stamford Bridge y el encuentro acabó con una contundente derrota por 3-0, resultado que dejó claro que, en la actualidad, el fútbol inglés está muy por encima del español en cuanto a rendimiento y competitividad.
El Barça se fue de Londres con malas sensaciones. Acabó la quinta jornada en 18ª posición, a tres puntos del Sporting de Portugal, el equipo que marca el top-8, y sabiendo que no podía permitirse una nueva derrota si quería mantener la esperanza de formar parte del club de los ocho primeros clasificados.
La primera de las tres finales
Este martes, el Barça disputa la primera de las tres finales que está obligado a ganar si quiere tener la opción de ahorrarse el play-in, ese que tuvo que acabar jugando el Real Madrid la temporada pasada por no hacer las cosas bien en la fase liga.
Y su rival esta noche será el Eintracht de Frankfurt, un equipo que viene de perder 6-0 contra el Leipzig y que ya sabe lo que es jugar en España esta temporada (perdió 5-1 contra el Atlético en el Metropolitano). Por lo tanto, la lógica hace indicar que el conjunto blaugrana será capaz de ganar bien al equipo alemán. Pero, al mismo tiempo, Flick sabe que no se puede confiar demasiado. Porque el Eintracht es de esas cenicientas que pueden acabar convirtiéndose en un caramelo envenenado y, de hecho, ya sabe lo que es ganar en el Camp Nou (lo logró en la Europa League de 2022).
Rashford, Lamine Yamal y Koundé, en un partido del Barça
«La Champions es diferente, no cuenta lo de antes. El Eintracht tiene un buen equipo, joven, que juega con intensidad... adapta su sistema. Si estamos a nuestro mejor nivel tenemos opciones de ganar. Pero será difícil. Nos pueden hacer daño si no estamos a nuestro mejor nivel», comentó Flick.
Así las cosas, al Barça no le vale otra cosa que la victoria. Y, en ese sentido, se aferra al factor Camp Nou, donde aún no ha perdido, para derrotar al Eintracht, sumar 10 puntos y afrontar los dos últimos partidos (ya en 2026) contra el Slavia de Praga y el Copenhague con optimismo.