La indignación del Real Madrid con los arbitrajes en España va a más: «Tocaba expulsión»

Cada partido que juega el Real Madrid en la Liga Española se analiza con lupa porque el tema de los arbitrajes es algo que viene denunciando el equipo blanco desde que comenzó la temporada. Primero lo hacía por medio de su canal oficial de televisión y, tras lo ocurrido ante el Espanyol en Cornellá hace dos semanas, optó por mandar una carta abierta a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pidiendo cambios en el Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Sentó muy mal esta misiva en la RFEF y también en LaLiga y además los árbitros consideraron que se «dudó de su honradez». Javier Tebas, presidente de LaLiga, denunció al Real Madrid por la carta y en las dos jornadas que se han jugado desde que el conjunto blanco se pronunció de manera pública ha habido polémica arbitrar en sus encuentros.

Del penalti de VAR señalado por Soto Grado tras la llamada de De Burgos Bengoetxea en el derbi madrileño se ha pasado a un carro de polémicas en El Sadar ante Osasuna con Munuera Montero de protagonista y, curiosamente, todas favorecieron al equipo local. No se explican eso en el Real Madrid y se sorprenden por la roja que vio Jude Bellingham por decir «fuck off» —algo así como «no me jodas»— y también por ver como todos los posibles penaltis sonrieron a los navarros. El Real Madrid pidió dos y ninguno fue revisado y Osasuna pidió el de Budimir y Trujillo Suárez mandó a su compañero al VAR.

«Hay un problema en el sentido que en los tres últimos partidos algo ha pasado que obviamente no tenía que pasar. Lo que podemos hacer es seguir luchando, peleando y jugando bien como hoy. El VAR no ha revisado situaciones en área contraria, cuando había dos o tres que se podían haber revisado y no lo han hecho», denunció Ancelotti.

El Real Madrid se harta

Los dos penaltis no pitados, uno por mano de Juan Cruz y el otro por una falta de Moncayola sobre Vinicius se sumaron a la roja de Bellingham, aunque la gota que colmó el vaso fue el penalti de Camavinga a Budimir. El CTA se ha tirado años diciendo que si la jugada ya está finalizada es un «contacto residual», pero en cambio en esta ocasión se señaló pena máxima. La explicación que se da es que se trataba de una acción temeraria, aunque en las imágenes no se aprecia una entrada excesivamente dura.

Aun así, por el penalti apenas hubo quejas del Real Madrid, que prefirió guardar silencio y solo Ancelotti protestó tímidamente en rueda de prensa. Saben que los criterios del VAR son cada vez más difíciles de entender y ahora, por lo que sea, casi nunca sonríen al conjunto blanco. Lo que indigna es la roja, pues dejó al equipo con 10 casi una hora y el colegiado entiende que se dice «que te jodan» cuando se dice «no me jodas». Unas palabras que lo cambian todo, pero en el acta se refleja lo primero.

«Es claro que se ha cometido un error, ha habido un error de comunicación», comentó Bellingham en zona mixta, que salió a dar la cara tras la expulsión. «No quiero decir otra vez lo que dije pero es algo más como 'joder' y quiero que todo el mundo sepa que no quise dejar al equipo con diez. Si revisas el vídeo se ve que no es lo mismo que dice el acta, espero que la Federación lo tenga en cuenta. No he insultado a nadie, se ve claramente en el vídeo, ni siquiera lo digo directamente al árbitro, lo digo a mí mismo», explicó el inglés.

Fue el único de los jugadores del Real Madrid que salió a hablar con la prensa, aunque Dani Carvajal desde su casa puso un mensaje que mostró el sentir de toda la plantilla y de todo el madridismo en general. «Esta vez ha tocado expulsión», publicó en su cuenta de Instagram. Palabra de capitán y a seguir, pues saben en el Real Madrid que las protestas están yendo en su contra.