Jacobo Ramón rescata al Real Madrid en el mágico minuto 90 y obliga al Barça a ganar la Liga en Cornellá

«90 minuti en el Bernabéu son molto longo». Ya lo dijo Juanito en el 1985 y esto es algo que se sigue repitiendo por mucho que al Madrid le intenten dar por muerto. Y en esta ocasión fue Jacobo Ramón el que se convirtió en el héroe inesperado del conjunto blanco. El canterano evitó el alirón del Barça, que tendrá que ganar la Liga ante el Espanyol, en el 95' (2-1).

Con la Liga ya perdida, el Real Madrid afrontó el duelo contra el Mallorca con un once de circunstancias (ocho canteranos en el banquillo), con la obligación de lograr una victoria que sirviera para salvar el honor y evitar que el Barça fuera campeón oficial desde su casa.

Una vez decretado el pitido inicial, los pupilos de Ancelotti salieron con ganas de contentar al Bernabéu y el arranque de partido fue bastante positivo. De hecho, Endrick estuvo a nada de poner por delante al Madrid en los primeros cinco minutos, pero Leo Román le negó el gol al brasileño con una gran parada. El guardameta tenía ganas de lucirse en Chamartín.

Tras esa clara ocasión de peligro, fue el Mallorca el que se empezó a animar al contraataque. Los de Jagoba Arrasate todavía tenían opciones de jugar en Europa la próxima temporada y salieron con ganas de meter el dedo en la llaga del conjunto blanco.

Esa intención se plasmó en el minuto 11 de partido cuando Martin Valjent cazó un balón suelto en el área y batió a Courtois con un disparo por la esquina inferior izquierda de su portería. Los aficionados bermellones presentes en la grada visitante del Bernabéu estallaron de alegría.

La noche empezaba torcida para el Real Madrid, que no estaba encontrando la forma de sorprender a un Mallorca muy bien plantado sobre el terreno de juego del Bernabéu y que estaba dando signos de incomodidad ante un rival que defendía en bloque bajo y que no dejaba apenas espacios por los costados.

El madridismo no estaba contento con lo que estaba viendo y se lo hizo saber a los futbolistas con algún que otro pitido. El conjunto blanco tenía que reaccionar y según fueron pasando los minutos volvió a acercarse al área del Mallorca, aunque sin éxito. Leo Román volvió a salvar al conjunto balear. Actuación estelar la suya. Y así se llegó al descanso.

El Madrid no puede

Tras el paso por vestuarios, el Madrid se hizo con el balón y se fue en busca de ese 1-1 que, por una cosa u otra nunca llegó en la primera mitad. La gran diferencia es que los pupilos de Ancelotti probaron a la zaga mallorquinista buscando más centros laterales, algo que no hicieron en los primeros 45 minutos.

Esa nueva idea de juego gustó al Bernabéu y el Fondo Sur empezó a hacer su trabajo particular. Los madridistas ubicados en la grada de animación hicieron de jugador 12 y alentaron a los suyos, pero el gol se resistía y el Mallorca seguía cómodo. El plan le estaba saliendo de maravilla a los baleares.

Pasaban los minutos y el marcador seguía reflejando el 0-1 a favor del Mallorca. El Madrid tenía que buscar otras formas de sorprender a los bermellones y al borde del minuto 70, el equipo de Ancelotti aprovechó una pequeña fisura en la zaga mallorquinista para anotar el tanto del empate, que llevó la firma de Kylian Mbappé, que marcó su 28º gol de la temporada con un disparo raso que se coló por la esquina inferior izquierda de la portería de Leo Román. Respiraba aliviado el Bernabéu.

El Bernabéu se activa

Con el tanto del astro francés, el Bernabéu se vino arriba para empujar al equipo en busca del 2-1. El problema es que ese exceso de euforia estuvo a punto de convertirse en el segundo jarro de agua fría de la noche. Pero apareció Courtois, el de siempre, para salvar al Madrid. El belga se hizo enorme.

Después de ese susto, el conjunto vikingo volvió al ataque y aprovechó la inercia del gol para seguir poniendo a prueba a un inconmensurable Leo Román que seguía manteniendo con vida a los suyos con unas paradas tremendas. Que el marcador siguiera 1-1 era gracias a la gran actuación bajo palos del guardameta ibicenco.

Así se llegó a la recta final del encuentro. El Real Madrid lo intentaba de todas las maneras y el duelo se convirtió en un asedio constante por parte de los pupilos de Carletto, que querían ganar su penúltimo partido de la temporada en el Bernabéu. Y ese empuje acabó surtiendo efecto. Porque en el minuto 95, cuando ya se daba por hecho el empate, apareció Jacobo Ramón (como lo leen) para darle el triunfo al Madrid en la última jugada del partido tras enviar al fondo de las mallas un balón peinado de Vallejo, otro de esos futbolistas con los que nadie contaba.